Benfica ha vuelto a poner el foco en las decisiones arbitrales en el fútbol portugués, esta vez en el fútbol femenino, después del empate 1-1 frente al Sporting de Portugal en el derbi lisboeta de la Liga BPI femenina, disputado el pasado domingo en el estadio José Alvalade.
La polémica gira en torno a dos jugadas clave que, según el club encarnado, condicionaron el resultado final y perjudicaron a su equipo en momentos decisivos: un gol aparentemente válido que fue anulado por fuera de juego y una decisión de penalti señalada a favor del Sporting en los minutos finales.
Tras el partido, Benfica no se limitó a lamentar las jugadas en privado o en conferencias de prensa, sino que publicó un comunicado oficial en redes sociales, muy crítico con la actuación del equipo arbitral y con el uso del VAR. En la nota, el club considera que estas decisiones no solo afectaron el resultado del choque, sino que reflejan un problema más amplio en la gestión del arbitraje en el fútbol portugués:
“El Sport Lisboa e Benfica perdió dos puntos por errores arbitrales. Una vez más. ¡Incluso en el fútbol femenino! Un gol anulado injustamente al Benfica, en el que las imágenes muestran claramente que no hubo fuera de juego y que las líneas del VAR están mal colocadas. Hacia el final del partido, la total falta de vergüenza: incluso con el VAR llamando al árbitro para revisar la decisión del penalti, el resultado fue el de siempre: el Sporting escapó de otra derrota con la ayuda del árbitro. Quienes dirigen el fútbol portugués deben asumir su responsabilidad y actuar de una vez. Están desacreditando por completo la industria del fútbol en Portugal. Un partido que debería haber terminado con una victoria por 2-0 para el Benfica terminó en empate. Un partido que habría dejado al Benfica con una ventaja de 8 puntos en el campeonato”.
Esta declaración es especialmente relevante porque Benfica acusa directamente de error la colocación de las líneas del VAR en el lance que invalidó el gol, y señala que el propio VAR solicitó a la árbitra una revisión de la jugada del penalti, pero aun así la decisión quedó ratificada, algo que el club describe como una “total falta de vergüenza”
Con el empate, el Benfica se mantiene en la cabeza de la clasificación con 20 puntos, pero solo cinco arriba del Sporting, lo que convierte a cada punto en un factor decisivo en la pelea por el título.
El entrenador del equipo femenino, Ivan Baptista, también se mostró contrariado en declaraciones al final del encuentro, remarcando que su equipo vio anulada una jugada que consideraba un gol legítimo y que, en su opinión, la decisión arbitral fue precipitada y errónea.
Desde las redes sociales y plataformas deportivas lusas, la postura de Benfica ha avivado el debate sobre la calidad y consistencia del arbitraje en el fútbol portugués, e incluso ha sido tema de discusión entre aficionados y medios sobre si estas críticas son aisladas o reflejan un problema más profundo en la gestión de los partidos de alto perfil.

