La decisión de Fernando Gaviria de firmar con el Caja Rural-Seguros RGA para 2026, un equipo ProTeam (segunda división), tras su salida del WorldTour Movistar Team, no es casual. Se debe, fundamentalmente, a un ciclo de rendimiento decepcionante que no logró satisfacer las altas expectativas de un equipo de élite.
El paso del “Misil” por Movistar, que duró tres temporadas, se saldó con un palmarés exiguo para un sprinter con su historial: apenas tres victorias profesionales. Aunque 2024 ofreció un respiro con seis top 10 en el Giro y resultados notables en el Tour de Francia, el 2025 fue un año de declive, quedándose fuera de las Grandes Vueltas y acumulando solo 125 puntos UCI. La falta de consistencia y, posiblemente, la gestión de su tren de lanzamiento, resultaron en que el equipo español decidiera no renovar su contrato, evidenciando que la inversión no se había traducido en los triunfos esperados.
El fichaje por el Caja Rural-Seguros RGA es, más que un descenso, una oportunidad estratégica para el velocista de 31 años. Al unirse a una formación ProTeam, Gaviria asume el rol de líder absoluto en los sprints, un galón que le garantiza la estructura y la confianza que necesita para recuperar su mejor versión. El principal objetivo del colombiano en 2026 será sumar la mayor cantidad de puntos UCI posibles para el equipo, ya que esta métrica es vital para la supervivencia y la posibilidad de acceder a invitaciones (Wild Cards).
El mismo Gaviria ha manifestado su ambición de luchar por el “triplete” de victorias de etapa en Grandes Vueltas (Giro, Tour y Vuelta), confiando en que su presencia aumente las posibilidades de que el equipo navarro reciba invitaciones a las carreras más importantes. Es una alianza de conveniencia: el equipo obtiene un nombre de renombre y potencial de triunfo, y Gaviria, una plataforma para su redención.

