Uno de los equipos históricos de nuestro país que permanece reposado en segunda división desde hace varios años es el Real Cartagena. A pesar de los desesperados intentos año tras año por conseguir nuevamente un cupo en la A, ni la junta directiva, ni el cuerpo técnico y tampoco los jugadores han podido siquiera disputar una final del torneo BetPlay, causando una fuerte molestia en los hinchas y convirtiendo el Jaime Morón en una plaza peligrosa para jugar en segunda.
De hecho, en su última salida, contra Real Cundinamarca, donde se jugaban la posibilidad de ser líderes en caso de sumar los tres puntos, los hinchas perdieron la paciencia con el 0 a 0 y decidieron invadir el terreno de juego sobre el minuto 90, obligando a parar el compromiso y que este deba ser suspendido de forma temporal mientras se retiraba a los desadaptados del recinto deportivo.
Tras el incidente, el juez central decidió continuar con el final del juego que, tras el pitazo final, dejó al Real Cundinamarca líder de su grupo a dos unidades de su rival y con la oportunidad de llegar a la final, teniendo en cuenta que este era el juego bisagra de la zona y donde podrían perder terreno, cosa que, por fortuna para ellos, no pasó.

