Rigoberto Urán habló en exclusiva con PUBLIMETRO sobre la importancia de invertir en deporte, así como también dio detalles inéditos sobre su retiro del ciclismo y su llegada al fútbol colombiano.
En primer lugar, Rigo habló desde su experiencia acerca del atraso que hay en Colombia frente a otros países a nivel deportivo por la falta de inversión. Y para la muestra un botón: Por un gran bache presupuestal, la Federación Colombiana de Ciclismo confirmó que no se realizará el Tour Colombia 2026 por segundo año consecutivo: No se cuenta con la totalidad de los recursos necesarios para garantizar la organización del evento.
Rigoberto Urán: “Sobre el futuro del ciclismo, la verdad faltan muchas cosas. No hay que ocultarlo: faltan más carreras y tampoco hay carreras para las categorías inferiores. Si vamos a compararnos con otros países, el desnivel que llevamos es muy grande. Ojalá puedan volver otra vez a invertir en deporte y en esos procesos que tardan años en madurarse”.
En ese orden de ideas, Rigoberto dio su opinión acerca del recorte presupuestal para el Ministerio del Deporte en 2026:
Rigoberto Urán: “Afecta mucho a los deportistas: Hay deportistas que lo único que tienen son los salarios que los pagan los Juegos Olímpicos, ahora han disminuido, no tienen el apoyo.
Yo ya me retiré y podría decir que me importa lo que hagan los deportistas, pero me duele mucho porque para mí el deporte, los Juegos Olímpicos y representar al país es muy especial, pero es muy difícil cuando no tienes una ayuda. Muchos de nuestros deportistas no tienen una casa donde vivir y cuando yo empecé a hacer deporte era porque tenía muchas dificultades. El deporte es la única esperanza de poder comprarle una casa a mamá, poder pagar una hipoteca de la casa. Ese es el sueño de todos nuestros deportistas.
Entonces, cuando llegan las competencias grandes y no tienes el apoyo financiero, económico, es difícil. Dedicarle mucho tiempo al deporte si no tienes una garantía de que te ayuden, los deportistas se aburren y dejan de practicar deporte y no lo ven como una opción para su vida”.
Por tal razón, Urán también ha incursionado en la organización de eventos en nuestro país que significan un impacto económico importante para las ciudades: El más reciente fue el Giro de Rigo que hizo en Barranquilla, donde participaron más de 8.000 ciclistas de 28 países diferentes:
Rigoberto Urán: “Es la octava edición que llevamos y y con eso seguimos recorriendo Colombia, generando cosas bacanas, acercando el mundo al deporte, generando ingresos para las cadenas hoteleras, promoviendo también el tema turismo y mostrando las cosas buenas que tiene Colombia”.
El impacto de ‘Rigo’ en el deporte no es solamente en el ciclismo, pues ahora hace parte del fútbol colombiano tras invertir en Fortaleza, equipo que ya se clasificó a los cuadrangulares de la Liga BetPlay 2025-2.
Rigoberto Urán: “No hay ninguna transición, yo sigo en el ciclismo, pero mis empresas son enfocadas al deporte, al turismo y a la gastronomía.
Fue gracias a un amigo que llegué a Fortaleza, un equipo que va muy bien, y además, tiene un proceso muy importante. Pero sin importar cómo vamos de bien, valoro el proceso con los jóvenes. Tenemos más de mil niños en las escuelas, es decir, mil niños a los que le estamos transformando la vida.
No tenemos ni idea si van a llegar a ser profesionales, pero son mil niños que van a ser personas de bien. Aprenden a trabajar en equipo y aprenden que para lograr cualquier objetivo en la vida hay que trabajar con mucha disciplina. Entonces, eso a mí me da felicidad”.
Finalmente, Rigoberto Urán confesó que su retiro llegó en un momento de su vida en que ya no tenía pasión por competir al máximo nivel y por eso prefirió dar un paso al costado pese a que su equipo quería mantenerlo por varias temporadas más.
Esta decisión fue determinante para Urán porque ahora ha podido disfrutar de momentos que se perdió cuando estaba en actividad:
Rigoberto Urán: “Fueron 19 años compitiendo al máximo nivel, sacrificando muchas cosas. Imagínese esto: el 5 de enero tenía que estar en Europa con 3.500 kilómetros entrenados en mis piernas, 63 kilos y 5% de grasa. El problema es que cinco días atrás estábamos en diciembre con toda mi familia, comiendo y bebiendo, pero yo debía estar entrenando.
Entonces, mi vida después del retiro ha sido una vida feliz, una vida donde disfruto. Ahora puedo estar con mis hijos, puedo llevar a la niña al colegio y he podido disfrutar de otras cosas que antes no podía: Ir de fiesta, tomarme un trago, trasnochar, simplemente las cosas que hace mucha gente y que el deportista no las puede disfrutar”.


