El Estadio Metropolitano, casa del Atlético de Madrid, ha sido seleccionado por la UEFA para ser la sede de la final de la UEFA Champions League de 2027. Esta decisión, anunciada recientemente, consolida al moderno recinto madrileño como uno de los estadios de referencia en el fútbol europeo y mundial. Esta será la segunda vez que el Metropolitano acoja el evento, tras la final de 2019 entre el Liverpool y el Tottenham.
La elección del Metropolitano no es una sorpresa, ya que cumplía con todos los requisitos técnicos y operativos exigidos por la UEFA. A pesar de la competencia, especialmente del Estadio Olímpico de Bakú en Azerbaiyán, la candidatura española se impuso por varias razones. En primer lugar, la infraestructura del estadio es de primer nivel. Con una capacidad para más de 70,000 espectadores, la mayoría de los asientos cubiertos, y unas instalaciones modernas y funcionales, el Metropolitano ofrece una experiencia de alta calidad tanto para los aficionados como para los equipos.
Además, su ubicación en Madrid, una de las capitales europeas más importantes y con una gran oferta hotelera y de transporte, facilita la logística de un evento de tal magnitud. La UEFA busca sedes que puedan garantizar una organización impecable y la ciudad de Madrid ya ha demostrado su capacidad para acoger grandes eventos deportivos.
La experiencia previa del Metropolitano como sede de la final de 2019 también fue un factor a su favor. La organización de aquel partido fue considerada un éxito, lo que generó confianza en la capacidad del club y de la ciudad para repetir la hazaña. A esto se suma el peso político del Atlético de Madrid dentro del Comité Ejecutivo de la UEFA, con la presencia de su consejero delegado, Miguel Ángel Gil Marín, lo que pudo haber sido determinante para inclinar la balanza a su favor.

