Samuel Hincapié Alzate, nacido en Bello, Antioquia, y criado con el balón naranja en las manos desde los 7 años, está cada vez más cerca de cumplir un sueño que parecía imposible: llegar a la NBA. A sus 22 años, mide 1,98 metros y se ha convertido en una de las promesas del baloncesto colombiano gracias a su talento, disciplina y una historia de esfuerzo que lo ha llevado desde las canchas locales hasta las universidades más competitivas de Estados Unidos.
De Bello a la élite universitaria de EE. UU.
Samuel comenzó su carrera deportiva en el equipo Dragones, para luego pasar a Sabaneta Basketball, donde perfeccionó su técnica y se destacó como Jugador Más Valioso de la Liga de Desarrollo en 2022. Ese mismo año, lideró a Antioquia al campeonato en el selectivo a los Juegos Nacionales y debutó en la Liga Profesional con Tigrillos.
Su rendimiento le abrió las puertas para continuar su formación en Estados Unidos, donde primero jugó en la Lakeland College, un Junior College División 1, en el que fue elegido All-American, integró el Top-10 nacional, fue Jugador del Año y formó parte del Quinteto Ideal de la Conferencia en 2024, un logro que no se repetía desde 1974.
Gracias a ese desempeño, dio el salto a Le Moyne College, universidad de la NCAA División 1, ubicada en Syracuse, Nueva York, y miembro de la Northeast Conference (NEC). Allí ha enfrentado a prospectos de la NBA, destacándose por su efectividad en los lanzamientos y su capacidad física en un torneo exigente y táctico.
Un entrenamiento de alto rendimiento
El camino de Samuel no ha sido casualidad. Entrena un promedio de siete horas diarias, combinando trabajo en gimnasio, sesiones de equipo y prácticas individuales para perfeccionar sus tiros. Su jornada empieza a las 6:00 a.m. y termina después de las 9:00 p.m., con una rutina que, incluso en vacaciones, no abandona.
Durante la pandemia, entrenó junto a su padre, Juan Felipe Alzate, puliendo sus lanzamientos de dos y tres puntos. Su crecimiento físico —pasó de 1,75 a 1,98 metros— ha sido determinante para adaptarse al alto nivel del baloncesto estadounidense.
Un sueño compartido con Colombia
Hincapié sabe que su objetivo es difícil: convertirse en el segundo colombiano en jugar en la NBA, siguiendo los pasos de Jaime Echenique y el intento de su ídolo Braian Angola. Sin embargo, su confianza es total. “Cada vez lo veo más cerca”, afirma.


