Alberto Gamero, nacido el 3 de febrero de 1964 en Santa Marta, Colombia, es un estratega experimentado y exitoso en el fútbol colombiano. Su filosofía de juego se caracteriza por ser ofensiva, con un fuerte énfasis en el orden táctico y el desarrollo integral de sus dirigidos.
La carrera de Gamero como entrenador comenzó a principios de los 2000, dirigiendo a equipos como Chía Fair Play (2003) y Bogotá F.C. (2004). Su primer gran impacto lo tuvo con Boyacá Chicó (2006-2013), donde inició una etapa exitosa. Posteriormente, pasó por Águilas Doradas Rionegro (2014) y tuvo dos periodos clave con el Deportes Tolima (2014-2016 y 2017-2019), club con el que consolidó su reputación como un técnico ganador. También tuvo un breve paso por Junior de Barranquilla (2017). Su etapa más reciente y prolongada antes de asumir su nuevo rol fue con Millonarios F.C. (2019-2024), donde dejó una huella profunda, y a partir de junio de 2025, asumió la dirección técnica del Deportivo Cali.
A lo largo de su trayectoria, Gamero ha acumulado un envidiable palmarés, demostrando su capacidad para llevar a los equipos a la gloria. Con Boyacá Chicó, hizo historia al ganar la Categoría Primera A en el Apertura 2008. Con Deportes Tolima, sumó dos títulos más: la Copa Colombia en 2014 y otra Categoría Primera A en el Apertura 2018. Su etapa en Millonarios fue igualmente fructífera, conquistando la Copa Colombia en 2022, la Categoría Primera A en el Apertura 2023 y la Superliga de Colombia en 2024, consolidándose como uno de los entrenadores más exitosos en la historia reciente del club embajador.
Alberto Gamero es, sin duda, uno de los técnicos colombianos más respetados y condecorados de los últimos años, reconocido por su liderazgo, su gestión de grupo y su habilidad para transformar equipos en contendientes al título.
Es por esto que los aficionados de su nuevo equipo, el Deportivo Cali, están contentos con su llegada pese al inicio flojo que tuvo cayendo 2 a 0 ante Junior. Eso sí, en su segunda salida contra Envigado, el equipo dejó mejores sensaciones, además de una particular escena donde se vio a Alberto Gamero tirando magia con la pelota como si fuera un futbolista más.