La ya alarmante situación del Deportivo Cali se ha tornado aún más crítica con la suspensión de entrenamientos de sus equipos por falta de pago. El reconocido periodista deportivo Pipe Sierra reveló que los jugadores del equipo masculino se presentaron en la sede, pero se negaron a entrenar como protesta por los impagos. Esta medida de fuerza subraya la gravedad de la crisis financiera que atraviesa el club, generando un profundo malestar.
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De hecho, se ha reportado que el nuevo DT, Alberto Gamero, está visiblemente enojado con la situación, un claro indicio del impacto negativo que esta inestabilidad tiene en el ámbito deportivo y en la planificación del equipo. Mientras tanto, los socios del club continúan a la espera de que se convoque a una Asamblea Extraordinaria para que IDC (Industrias del Cali, el nuevo inversionista) exponga su propuesta y se brinde claridad sobre el futuro financiero.
¿Qué pasó con el cuadro femenino del Deportivo Cali?
La crisis se extiende y afecta directamente al equipo femenino, que, paradójicamente, lidera la tabla de posiciones y ha ilusionado a sus hinchas con la posibilidad de una Copa Libertadores y un nuevo título. A pesar de su excelente rendimiento deportivo, las jugadoras no están conformes con las decisiones administrativas del club, especialmente en lo que respecta a sus salarios. Como una contundente forma de protesta, según la información de Pipe Sierra, las futbolistas completan cinco días sin entrenar debido a los compromisos económicos incumplidos por parte de la institución.
El panorama financiero para el equipo femenino es desolador, ya que, según Sierra, a las jugadoras se les adeudan cinco quincenas sin salario, lo que equivale a dos meses y medio de impagos. Para poder retornar a sus labores competitivas y continuar con su exitosa campaña, la exigencia principal y no negociable de las deportistas es el pago inmediato de sus salarios pendientes. Esta situación no solo pone en riesgo el desempeño de un equipo que está haciendo historia en la Liga Femenina, sino que también expone la fragilidad administrativa del Deportivo Cali en todas sus ramas.