El semestre del Junior de Barranquilla ha sido uno de los más decepcionantes en el Fútbol Profesional Colombiano. Aunque lograron clasificar a los cuadrangulares de forma inesperada, su bajo rendimiento es evidente en sus estadísticas negativas y malas perspectivas. Gran parte de esta situación se atribuye al cuerpo técnico liderado por César Farías, quien salió del club debido a los malos resultados y al deseo de la directiva de un cambio de estratega.
La crisis del equipo no solo se debe a problemas internos, sino también a factores externos como el bajo rendimiento de jugadores clave. Futbolistas como José Enamorado, Marco Pérez, Luis ‘Cariaco’ González y Andrés Colorado han tenido una temporada decepcionante, perdiendo la confianza de los aficionados y siendo reemplazados por talentos de la cantera.
Ahora, con la llegada de Alfredo Arias al banquillo Tiburón, se comienza a especular con un cambio total en el estilo de juego del equipo y la forma de asumir los encuentros, cosa que se le criticó mucho a la gestión anterior. Para los Char, el siguiente semestre será una prueba de fuego donde pueden enderezar el camino del equipo o seguirse hundiendo y ver como la afición se aleja cada vez más de las tribunas del Metropolitano, donde antes era común ver las tribunas llenas.
De hecho, según algunas versiones, uno de los pedidos del uruguayo fue traer a un jugador de categoría para asumir la liga en el segundo semestre y que también atraiga la atención de los aficionados, para esto, los dirigentes ya habrían encontrado a su elegido. Se trata del delantero del Orlando City, Luis Fernando Muriel, quien es hincha del club y que estaría interesado en retornar al país, cosa que parece estar cerca, pues en la capital del Atlántico dan como un hecho el acuerdo verbal entre las partes.

