Uno de los partidos más importantes que estos cuadrangulares nos tenían preparados desde su sorteo fue el clásico capitalino entre Independiente Santa Fe y Millonarios. Como era de esperarse, el desarrollo del encuentro tuvo múltiples cruces entre los jugadores, teniendo en cuenta la calentura habitual existente en un clásico como este, alimentada también por la mala actuación del juez central, Carlos Ortega, quien cometió varios errores en el partido que afectaron a ambos clubes.
Desde el minuto uno se dieron las polémicas, con la expulsión perdonada a Andrés Llinás por un codazo a Daniel Torres, acción que sacó de casillas a más de un jugador y que comenzó con la horrible presentación del juez central. Asimismo, una amarilla inexistente a Falcao, quien además pudo haber sido expulsado por supuestas agresiones a jugadores de Santa Fe en medio de un saque de Álvaro Montero, además de varias jugadas de faltas omitidas para ambos elencos y una repartición de tarjetas exagerada.
Ya en la segunda etapa, una roja mal sacada al jugador Danovis Banguero y un penal que el VAR considero por mano de un jugador de Millonarios en su área, pero que para Carlos Ortega no fue y decidió acabar el encuentro, sentenciando así una de las peores actuaciones que se recuerde de un juez central en el último tiempo, y dejando nuevamente retratado a todo el comité arbitral por la designación de Ortega y la presentación de los miembros del VAR, a pesar de ser ellos los que intentaron evitar errores groseros en cancha.
Con esto, la Dimayor ya tomó la decisión de sancionar lo que resta del semestre al juez Carlos Ortega, quien no volverá a tener acción a nivel local, por lo menos, hasta el otro semestre por lo sucedido, dejando así una gran especulación sobre el futuro del arbitraje en nuestro país.
