Una de las cosas que más le gusta a todo futbolero es el poder disfrutar del deporte de primer nivel que se vive en Europa, y más cuando se trata de las competiciones continentales, donde, aunque la Champions League se roba el show todas las temporadas, sus hermanas menores nos suelen dejar juegos de ensueño que, sin tanto reflector, ponen a vibrar a cientos de miles de fanáticos de cada uno de los elencos que allí compite por alcanzar la gloria.
Por un lado, la final inglesa va a dar de qué hablar, teniendo en cuenta que, tanto el Tottenham como el Manchester United tuvieron temporadas deplorables en la Premier League, y que la dependencia de ambos con este trofeo en juego es máxima, sobre todo, si los entrenadores quieren conservas sus trabajos sin ningún inconveniente, pues las dos plantillas están diseñadas para campeonar en cada torneo que compitan, y el hecho de no oler un título sería más que humillante para ambos.
Un caso muy similar vive el Chelsea, quienes todos los años son uno de los clubes que más invierten en jugadores, y que, como es costumbre, casi siempre son apuestas por jóvenes promesas que la mayoría de veces decepcionan o les queda gran del compromiso de hacer ´parte de uno de los grandes de Inglaterra. Ahora, los blues tienen una nueva cita continental en la final de la Conference League, donde se han dado el lujo de jugar incluso con suplentes, ya que la superioridad nominal es abrumadora sobre sus contendientes.
Ante todo pronóstico, los salvadores del fútbol español podrían ser los jugadores del Real Betis, quienes clasificaron a la final después de dejar en la semifinal a la Fiorentina y que, de la mano de jugadores como Isco, Cucho Hernández o Antony pudieron acceder a esta cita histórica siendo los únicos españoles en llegar tan lejos en una de las tres joyas de la corona de la UEFA.
