Una de las hazañas más grandes de los últimos años para el Fútbol Profesional Colombia fue la victoria del Bucaramanga contra Racing en Argentina. Esto, después de que los del sur del continente ganaran la Copa Sudamericana en la temporada anterior, y se perfilaran como favoritos a ganar esta edición de la Copa Libertadores, donde, pese a tener un buen arranque, cayeron contra los colombianos, que, en el papel, eran la cenicienta del grupo y difícilmente iban a ganar, por lo menos, fuera del país, pero el fútbol dio cátedra, una vez más, de que cualquier cosa puede pasar.
A pesar de este triunfo, las dos salidas en condición de local han dejado qué desear, pero no precisamente por el espectáculo. La premisa de siempre, a la hora de jugar este tipo de torneos, ha sido ganar de local y empatar de visitante, cosa que los dirigidos por Leonel Álvarez están haciendo al revés, y justo contra los dos “ganables”, como fue Colo Colo, al que le iban ganando por 3 a 1. Asimismo, ante Fortaleza la situación se dio al revés, ya que los brasileños ganaban por un gol, y lo igualaron al 88 con el penal cobrado por Luciano Pons.
Eso sí, el dolor corrió por cuenta del fallo de Kevin Londoño con el arco a su disposición al minuto 90+3, con el cual hubieran ganado el partido y se hubieran aferrado al liderato. Esto dejó visiblemente afectado al futbolista, quien fue consolado por David Luiz en el túnel del estadio y que dejó las siguientes declaraciones: “No soy de mirar mucho redes, pero me duelen mucho las críticas. Soy una persona humilde, trabajadora, nunca trato de resaltar yo, siempre trato de resaltar el equipo”. Con esto, dejó saber el dolor que le causó la perdida de esta ocasión clara que representaba mucho para toda la región.

