El 15 de agosto de 2021, los talibanes se tomaron la capital de Kabul, Afganistán, luego de que el 14 de abril de ese año el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciara la retirada de las tropas estadounidenses que quedaban en ese país.
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Fue así como este grupo armado, en medio de una ofensiva militar, tomó el control desde las zonas rurales, provocando la caída del gobierno y la huida del país del presidente, Ashraf Ghani. Declarando un “gobierno provisional” que ya cumple dos años.
Atentados, desplazamiento forzado, homicidios selectivos a defensores de derechos humanos, periodistas, personal humanitario y sanitario; violaciones sexuales; o azotes con látigos a manifestantes, son algunos de los delitos cometidos en Afganistán
¿Qué pasó con las mujeres?
Durante los veinte años de ocupación por parte de los militares norteamericanos, las mujeres lograron avances en materias de derechos. Sin embargo, a pesar de que en un principio los talibanes prometieron que las mujeres podrían ejercer sus derechos dentro de los límites de la sharia, la ley islámica—que incluye el derecho a trabajar y estudiar—, no fue así y con el tiempo, han excluido sistemáticamente a las mujeres y niñas de la vida pública. Así lo denunció ONU Mujeres.
Cubrirse la cara en público, obligarlas a quedarse en sus hogares salvo en casos de necesidad. Prohibirles atravesar grandes distancias sin un hombre acompañante, son algunos de los decretos dictados por este grupo armado, que vulnera totalmente su libertad.
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“De enero a junio, el Ministerio de Asuntos de la Mujer registró 1.518 casos de violencia contra mujeres, incluidos 33 asesinatos. La violencia contra las mujeres seguía manifestándose principalmente en forma de palizas, actos de acoso, prostitución forzada, impago de gastos de manutención y matrimonios precoces”, denunció en un informe, Amnistía Internacional.
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La voz que no se apaga
El fotoperiodista de la agencia de noticias, Associate Press, Ebrahim Noroozi, retrató con su cámara un grupo de atletas afganas que se desempeñaban profesionalmente en distintos deportes.
Niñas y jóvenes, practicaban diariamente, pero ante el regreso de un régimen totalitarista, ya no lo pueden hacer, pues denuncian haber recibido intimidaciones por parte de los talibanes de manera presencial o telefónica, amenazándolas de parar por completo sus actividades.
Utilizando un burka que ni siquiera deja entrever el color de sus ojos y ante el miedo de que las fotos lleguen a los talibanes y tomen represalias, posan para el lente: futbolistas, boxeadoras, luchadora de artes marciales mixtas, bateadora de cricket, skater, jugadora de voleibol, ciclista, arte marcial japonés y chino, taekwondo.
“Ya no soy la misma persona. Desde que llegaron los talibanes, me siento como si estuviera muerta”, aseguró Noura de 20 años, a AP.
El Comité Olímpico Internacional advirtió romper total relación con Afganistán, en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024, si no permitían que las mujeres practicaran deporte y potenciaban su talento con un acceso “seguro e inclusivo”.
A pesar de ello, el COI indicó que continuará apoyando directamente a deportistas individuales de Afganistán que busquen competir en los Juegos Olímpicos.