El sábado en horas de la tarde, con un sabor indiferente para el continente, se jugó la final de la Copa Libertadores entre Flamengo y Atlético Paranaense. Ni había expectativa de que se llenara el Estadio Monumental de Guayaquil en Ecuador, aunque la hinchada del ‘Fla’ se mueve por montones.
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Además, las elecciones en tierras brasileñas el próximo domingo no motivaron al viaje masivo de algunos hinchas, por lo que varios neutrales ecuatorianos pudieron asistir. Para ser una finalísima de Libertadores, más allá de lo demás y teniendo en cuenta los partidos históricos en su fase cumbre, esta se olvidará muy fácil.
Las críticas de la hinchada
El sinsabor se hizo notar a través de Twitter, donde varios usuarios se quedaban ‘al borde del sueño’ por la poca emoción, además de no llenarse el estadio en tierras ecuatorianas. Para algunos ni debería jugarse de ese modo nunca más.
Así mismo, hasta la hora del partido fue un blanco adicional de la controversia.
Cabe anotar que ya van cuatro ediciones en las que se presenta dicho esquema, con la final única y realizada a lo largo del continente. Mucho se aqueja por ello, pues se ha intentado igualar a lo ocurrido en la Champions League de Europa.
A pesar de todo, Alejandro Domínguez afirmó previamente que hay satisfacción. Difícilmente el formato vaya a cambiar.