El fútbol es un juego en el que juegan 11 contra 11, pero al final siempre gana el Bayern Múnich. Es lo que ocurre en Alemania desde hace una década y que se ratificó este sábado, cuando el equipo bávaro se consagró campeón germano por décimo año consecutivo, tras vencer en el clásico al Borussia Dortmund.
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El gigante alemán no estaba pasando por el mejor momento de la temporada. Hace poco quedó eliminado en cuartos de final de la Champions League por el Villarreal, contra todo pronóstico. Sin embargo, eso no le impidió ganarle al Dortmund con relativa facilidad y gritar campeón.
Cuando el partido era parejo, una bomba desde el borde del área ejecutada por Serge Gnabry dejó al portero estacado, abriendo el marcador y comenzando la cuenta regresiva. Minutos después, tras un gol anulado a Thomas Müller, llegó el turno del de siempre, Robert Lewandowski, para poner el 2-0. Era paseo en Allianz Arena y ya el trofeo estaba casi en las manos.
Para la segunda mitad, Borussia Dortmund mostró rebeldía. Liderados por un Erling Haaland hambriento, el conjunto de Westfalia comenzó a tener insinuaciones y el gol cayó del árbol gracias a un penalti que ejecutó Emre Can. El marcador se apretaba y si empataban los visitantes, la definición se estiraría una semana más.
Pero el Bayern no quiso esperar. El juvenil Jamal Musiala cazó un rebote en el área y sentenció el partido, a falta de ocho minutos.
Así Bayern Múnich alcanzó su décima Bundesliga consecutiva y lo peor, no parece que alguien le pueda hacer sombra en el futuro cercano. De todas maneras, felicitaciones a un equipo que parece inevitable.