Manchester United, a la deriva. El equipo de Old Trafford sabía que se jugaba la temporada en el estadio del Arsenal, rival directo junto al Tottenham para el ingreso a la próxima Champions, pero volvió a fallar. A pesar del regreso de Cristiano Ronaldo, tras la muerte de uno de los hijos que esperaba, los de Londres por momentos bailaron a los Diablos Rojos en Emirates Stadium.
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La cuenta la abrió el defensor Nuno Tavares. A los tres minutos, ya Arsenal mandaba en su casa y, de la mano de Martin Odegaard, se hizo dueño del partido. El segundo gol llegó tras una definición de Eddie Nketiah, que el VAR encontró en posición adelantada, pero también halló un penalti y lo terminó pitando. Bukayo Saka se hizo cargo y puso el 2-0.
Al toque, Cristiano ganó la espalda de su defensor y descontó para el Manchester United, todo esto en el primer tiempo. Con el partido 2-1, Arsenal mostró su peor cara y por momentos los de Old Trafford tuvieron el empate a tiro. Incluso algunos tiros en los palos pudieron haber conseguido el empate. Para colmo, Bruno Fernandes tuvo en sus pies la igualdad en un tiro penal, pero el portugués erró su remate.
Todo se sentenció cuando el suizo Granit Xhaka remató de larga distancia y marcó el golazo de la jornada. Con el triunfo, Arsenal quedó con seis puntos de ventaja sobre el United, cuando restan apenas 15 en juego. Además, los Cañoneros tienen un partido todavía por completar, por lo que esa distancia sería de nueve puntos.
