La Fórmula 1 de este año promete. Luego de la carrera inaugural, en la que Ferrari demostró su potencial y se quedó con la victoria con Charles Leclerc, ahora el round fue en Arabia Saudita. Allí, en un veloz circuito callejero, el monegasco partía segundo, detrás del mexicano Sergio Pérez con su Red Bull. Más atrás, Max Verstappen largaba desde la cuarta posición.
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Parecía que la victoria estaba apartada en exclusiva para Red Bull o Ferrari y así fue. Lo que se desconocía era quiénes competirían. Al final fueron los mismos del primer gran premio, en el que Leclerc y Verstappen lucharon varias vueltas, hasta que el neerlandés tuvo problemas de fiabilidad y tuvo que abandonar.
En esta ocasión no aparecieron esos problemas. Verstappen adelantó al otro Ferrari, Carlos Sainz, para ubicarse tercero. En punta, Sergio Pérez entró precipitadamente a su parada y perdió la primera posición cuando un accidente de Nicholas Latifi obligó a la salida del Safety Car. Allí, todo se barajó de nuevo y el de Holanda quedó detrás de Leclerc, puntero.
Cuando hubo bandera verde, luego de otro incidente menor, ambos batallaron hasta el final, superándose mutuamente e incluso esperando el mejor momento para avanzar. A falta de tres vueltas, el campeón del mundo pudo superar en la recta principal y marcharse rumbo al triunfo. Leclerc lo intentó hasta la última curva, pero aunque llegó a medio segundo, le fue esquiva la victoria.
No obstante, el monegasco continúa líder del campeonato, que tendrá su próxima parada en Australia, dentro de dos semanas. Verstappen renació, pero Ferrari está para pelear hasta el final.
