Lo que ocurrió en el estadio La Corregidora de Querétaro, durante el partido entre Gallos Blancos y Atlas, nos tiene con los pelos de punta. Todo el mundo habla de una barbarie que, extraoficialmente, habría dejado al menos 23 muertos tras los graves ataques realizados contra la afición de los Zorros.
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Sin embargo, desde las autoridades oficiales todavía no se reporta un solo fallecido. De hecho, las autoridades manifiesta que solo hay tres heridos de gravedad, que están siendo atendidos en hospitales aledaños al estadio. ¿Por qué estarían ocultando la información de tal magnitud y gravedad de hechos?
Según apuntó el periodista Mauricio Pedrosa de ESPN, un alto dirigente le dijo que al fútbol mexicano no le conviene anunciar muertos en el estadio La Corregidora, ya que tanto el equipo de Querétaro, como la ciudad y la misma Liga MX tendrían responsabilidad civil y penal de lo ocurrido, lo que podría derivar en sanciones hacia el fútbol azteca así como al gobierno.
No obstante, si se registran muertes en hospitales, luego de ser atendidos prontamente, las sanciones serían más leves y se podría adjudicar la responsabilidad a una degradación social, siendo los únicos culpables los que cometieron aquellas atroces palizas que circulan en redes sociales.
Aunque las autoridades de la Liga MX aseguraron que habría sanciones ejemplares para los culpables, de momento la única resolución que se tomó fue suspender los encuentros de este domingo en el balompié azteca, hasta nuevo aviso. Sabe a poco, a juzgar por las escenas de violencia inusitada que generan pánico.
