En la continuidad de los octavos de final de la Champions League era el turno del campeón. El Chelsea seguirá siendo el monarca hasta que alguien lo destrone y en esta ocasión el retador fue el campeón galo, LOSC Lille. En Stamford Bridge, la eliminatoria podría quedar liquidada si así lo querían los Blues.
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Sin embargo, sorprendió que el delantero belga Romelu Lukaku no estuviera desde el arranque, acrecentando los rumores de una pelea con el entrenador Thomas Tüchel. En el ataque, Kai Havertz jugó como falso nueve, obligado a convertir goles. Lo curioso, el alemán abrió la cuenta, pero con su habilidad menos destacada: el cabezazo.
Tras un envío de tiro de esquina, Havertz llegó al primer palo y cabeceó para el 1-0. Comenzando el primer tiempo, el conjunto de Londres imponía condiciones y le cedía la pelota al Lille. Con ella, el equipo francés demostró intensidad, pero pare de contar. Aunque equiparó el partido, quedó expuesto al contragolpe.
Y así llegó el 2-0. A la contra, los campeones fueron certeros y un pase a Christian Pulisic terminó en gol del norteamericano, sentenciando el encuentro de ida. Luego llegó el turno de los cambios y ahí tampoco fue elegido Lukaku.
Tüchel apostó por sus fieles soldados y su riesgo le dio ganancia, al menos en el juego de ida. Parece suficiente para meterse en cuartos de final, pero más allá, ¿necesitará a Lukaku? De momento, al Chelsea le basta y le sobra.
