Brasil, ya clasificada para el Mundial de Catar 2022, quiere prolongar este martes su invicto en las eliminatorias suramericanas a costa de una selección paraguaya casi sin opciones y que encadena seis partidos sin marcar gol.
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Después del accidentado empate contra Ecuador (1-1), el técnico de la Canarinha, Tite, aprovechará el choque contra la Albirroja en el estadio Mineirao de Belo Horizonte para seguir haciendo pruebas con vistas a la cita mundialista, que arranca el próximo 21 de noviembre.
Dos bajas son seguras en defensa: el lateral Emerson Royal, expulsado en Quito; y el zaguero Éder Militao, sancionado por acumulación de tarjetas. Ambos fueron liberados para abandonar la concentración y volver con sus clubes en Europa.
Al primero le sustituirá el incombustible Dani Alves y para el segundo, Tite podría optar por Gabriel Magalhaes, que debutaría con la absoluta, o Thiago Silva. A pesar de tener asegurado su billete para Catar, el seleccionador brasileño se está tomando en serio estos partidos de trámite, consciente de que tendrá pocas oportunidades para afinar el equipo antes de pisar tierras cataríes.
Aun así, se espera que Vinícius Júnior y Casemiro, titulares el jueves pasado, se sienten en el banquillo junto con Rodrygo Goes, a petición del Real Madrid. El club blanco quiere a los tres jugadores descansados para el partido del próximo jueves contra el Athletic Club de Bilbao, correspondiente a los cuartos de final de la Copa del Rey de España, y Tite podría acceder a dejarlos en el banco de reservas.
Sin embargo, en una convocatoria en la que tampoco está Neymar por lesión, a la selección brasileña aún le queda convencer a su afición de que es capaz de conquistar la que sería su sexta Copa del Mundo.
Los números avalan al cuadro de Tite. Tiene el mejor ataque, con 28 goles a favor; la mejor defensa, apenas cinco tantos encajados; y es líder en solitario de las eliminatorias, con un balance de 11 victorias, 3 empates.
Ninguna derrota hasta el momento cuando restan tres jornadas, a falta de conocer el dictamen sobre el suspendido Brasil-Argentina de septiembre, si bien el juego no termina de encandilar a la hinchada brasileña.
Por su parte, Paraguay viaja este lunes a Belo Horizonte con la moral por los suelos tras su dolorosa derrota en casa ante Uruguay (0-1).Los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto tienen opciones remotas de clasificarse para Catar.
Las matemáticas dicen que todavía hay alguna opción, pero ya no dependen de sí mismos y además tendría que darse un combinación de resultados rocambolesca. Marchan penúltimos en la tabla, con 13 puntos, a siete de distancia de Perú, que es cuarto, último lugar de clasificación directa; y a seis de Uruguay, en la zona de repesca, cuando faltan nueve puntos por disputarse.
Además, no ven portería desde hace seis partidos. El último tanto que celebraron fue en setiembre de 2021, en la victoria por 2-1 sobre Venezuela. El central Gustavo Gómez es baja segura en el Mineirao después de su expulsión frente a Uruguay, así como el mediapunta Matías Rojas, por acumulación de tarjetas amarillas.
Ausencias a las que hay que sumar, entre otras, la del centrocampista Jesús Medina, impedido de unirse a la concentración por decisión de su club, el CSKA de Moscú. Después de claudicar ante la Celeste, Schelotto pidió a sus jugadores “rebeldía” para afrontar el choque contra la todopoderosa Brasil, que podría darles el golpe de gracia y apearles definitivamente de la lucha por estar en el Mundial.