La selección de Países Bajos estaba desesperada por regresar a una Copa del Mundo. La ausencia en Rusia 2018 caló hondo, por lo que fallar esta noche en Róterdam era inaceptable. El sabio Louis Van Gaal volvió al banquillo, con el ánimo de recuperar el brillo de una selección con buenos nombres, pero alicaída en los últimos años.
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En frente, Noruega. Sin Erling Haaland en cancha, ausente por lesión, los vikingos fueron a terreno holandés por la heroica, sabiendo que de ganar darían el batacazo y podían volver a un Mundial tras 24 años. Pero sin el delantero del Borussia Dortmund, los escandinavos son un equipo ordinario.
Aún así, a Holanda le costó romper el cero. Su juego fue decreciendo, pasando de merecer algún gol en la primera mitad, a no patear al arco en gran parte de todo el segundo tiempo. Sin embargo, a la Naranja Mecánica le alcanzó para anotar un tanto a cinco minutos del final y volver a un Mundial.
Fue Steven Bergwijn con un zapatazo quien acabó con la sequía. Sobre la hora, Memphis Depay liquidó con un contragolpe y certificó el regreso de Holanda a una Copa del Mundo.
En el vacío estadio De Kuip, producto del coronavirus, la Naranja no fue nada mecánica, pero sí que fue dulce. Van Gaal volvió y la casa está en orden. Ah, Turquía, Ucrania, Gales y la República Checa abrocharon estar en el repechaje.
