El partido más estrambótico del año lo protagonizaron Lavalleja de Minas y Juanicó en el fútbol del interior de Uruguay en donde hubo de todo.
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En el encuentro hubo intercambio de golpes entre ambos bandos, expulsados, un jugador correteado por el equipo rival, con la cabeza rota y para rematar una amenaza de bomba.
La Copa Nacional de Clubes en el país oriental sí que estuvo movida en el fin de semana. El sábado hubo una batalla campal en el duelo entre Quilmes Florida y Libertad de Canelones y para rematar el domingo estuvo el otro alocado encuentro.
El juego entre Lavalleja de Minas y Juanicó era por los cuartos de final de la en el divisional A y con la visita arriba en el marcador se formó la bronca sobre los 25 minutos.
Luego de que el arquero de Juanicó quedara lesionado y tras la demora en su atención, los dueños de casa fueron a reclamar. Entre ellos Laureano Pérez al que expulsaron por su protesta y pese a la roja se fue encima del portero rival y cuando los rivales trataron de frenarlo se armó el intercambio de golpes.
Dentro de la gresca todos apuntaron a Diego Meirana que fue perseguido por la mayoría de jugadores de Lavalleja. Al mejor estilo de una carrera de obstáculos, al futbolista le tocó correr esquivando golpes a diestra y siniestra que venían hasta del cuerpo técnico rival. Al final, uno de esos golpes le terminó generando un corte en su cabeza.
La revuelta paró con una llamada al 911 que alertó una amenaza de bomba que hizo suspender el encuentro de manera temporal, pero luego se supo que todo fue una falsa alarma.
A los 99 minutos del primer tiempo se reanudó con dos expulsiones, entre ellos Meirana que fue el perseguido y agredido.