América, ante la gran chance de volver a los ocho de Colombia. Luego del ultimátum impuesto a Juan Carlos Osorio, que lo tenía más afuera que adentro, el conjunto escarlata revivió en Ibagué y ahora, ante Alianza Petrolera, era el turno de reconfirmar. La recompensa, finalizar octubre en la zona de clasificación.
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Tras vencer al Tolima, Osorio dejó la terquedad y continuó con su postura de tener un equipo más sólido. Así, suspendió el vértigo y trabajó por la victoria desde el minuto uno. Ni tantas llegadas, pero tampoco concediéndole ocasiones al rival, que era uno que se las traía.
Aunque con menos frenetismo, los Diablos Rojos fueron quienes impusieron condiciones en el Pascual Guerrero. Adrián Ramos estaba incisivo, pero más los jugadores que venían desde atrás, siempre mostrando algo para ganar. Así llegó el primer gol, cortesía del menos pensado: Héctor Quiñónes.
Con calma y paciencia, América se llevaba los tres puntos, que lo encumbraban hasta la octava posición. Pero para mantenerlos debía tener los ojos bien abiertos, porque en el primer descuido la podía pagar caro. Y el descuido se dio.
En un error de Diego Novoa, quien salió a destiempo, Brayan Gil lo anticipó y definió a merced para el empate en el Pascual. América merecía algo más, pero no tuvo la frescura que seguro le gustaría a Juan Carlos Osorio. En cambio, Alianza sacó petróleo desde Cali y se marcha a Barrancabermeja que puede ser el punto de la clasificación.