Los ingleses suelen ser bastante sobrios, pero su fútbol en ocasiones deja sucesos bastante festivos, como lo fue la tanda de penales más eufórica del año.
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Sucedió en el partido en el que el Yeovil Town F.C. se impuso al Weymouth FC en la cuarta ronda de clasificación de la FA Cup del Reino Unido.
La serie ida y vuelta finalizó con doble empate 1-1, por lo que los lanzamientos desde los 11 metros debieron definir al clasificado. Y allí se desató la locura con acciones más típicas del fútbol suramericano que del inglés.
La primera acción bizarra se dio en el cobro de Knowles, del Yeovil, que terminó impactando su remate en la cabeza del guardia de seguridad que estaba de espaldas y le hizo hasta volar su gorra por el aire. El afectado trabajador terminó celebrando al saber que el rival había fallado.
Pero esa alegría para los de casa quedó en el olvido con el resto de cobros que le terminaron dando el triunfo al final al Yeovil Town que avanzó en una tanda que finalizó 1-2.
Precisamente, tras la última ejecución, el portero rival festejo con unos gestos bastante obscenos sobre el hombre que falló e incluso pecheó al árbitro que intervino en la acción.