El Barcelona, en busca de resurrección. Tras las goleadas sufridas ante Bayern Múnich y Benfica, el equipo culé se jugaba la vida ante el Dinamo de Kiev, sabiendo que de no ganar, estaría casi eliminado de la Champions League.
PUBLICIDAD
Pese a la urgencia, el conjunto de Ronald Koeman jugó con suma prudencia, sin arriesgar demasiado. Los blaugrana estuvieron espesos, sin ocasiones de gol claras, ante un conjunto ucraniano encerrado en la portería que custodiaba en el Camp Nou.
¡Un Barça que aburre! Ganó 1-0, pero no queda nada de la era Leo Messi
Los caminos estaban cerrados para los delanteros, ahí fue cuando apareció el de siempre, el de mando, el referente del Barça, Gerard Piqué. Apareciendo por detrás de los defensores, el zaguero definió de primera y fusiló al arquero del Kiev para abrir el marcador, finalizando el primer tiempo.
Parecía que venía la tranquilidad en el Barcelona, pero nada de eso. A pesar de no tener un rival que lo exigiera, el equipo de Koeman fue incapaz de ejercer autoridad y ganar con contundencia. Poco a poco se conformó con el golcito, que lo dejaba con vida en la Champions.
Al final, ganó con ese solo tanto de Piqué y volvió a ponerse en carrera por la clasificación. Sin embargo, jugando así, es difícil que este equipo tenga futuro en Kiev y, más allá, contra Benfica y Bayern Múnich. El Barça parece un equipo de Europa League.