Enrique Bunbury continúa revelando el universo sonoro y conceptual de su nueva etapa musical con “Un brindis al sol”, el segundo sencillo de su próximo álbum. La canción funciona como una declaración de principios: una celebración del paso del tiempo, un gesto de mirada al futuro cargado de entusiasmo y una invitación a conservar la capacidad de sorpresa frente a la experiencia de vivir.
Una canción que mira adelante sin nostalgia
Lejos de la melancolía, Un brindis al sol se instala en un territorio reflexivo y vitalista. Bunbury se muestra fascinado por los misterios de la experiencia y del mundo, y traduce esa inquietud en una composición que avanza con pulso orgánico y espíritu abierto. El tema dialoga con la madurez artística del músico sin renunciar a la curiosidad ni al riesgo creativo.
En lo musical, el sencillo despliega una guitarra slide que evoca aromas fronterizos, sostenida sobre una base latina que aporta movimiento y calidez. El color final lo pone un sintetizador Mini Moog, que suma textura y modernidad al conjunto. El resultado es un equilibrio entre raíces y exploración, marca registrada del Bunbury solista.
Grabado en México y producido por Bunbury y Ramón Gacías
La canción fue grabada en el Desierto de los Leones, México, un entorno que impregna el tema de atmósferas abiertas y resonancias naturales. La producción corre a cargo del propio Enrique Bunbury junto a Ramón Gacías, su colaborador clave y mano derecha desde hace casi tres décadas en su carrera en solitario, garantizando continuidad estética y solidez artística.
El lanzamiento se completa con un videoclip dirigido por Laura G. Escribano, que acompaña la narrativa de la canción con una propuesta visual coherente con su espíritu: contemplativa, simbólica y enfocada en la experiencia más que en la literalidad.

