El Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes presentó oficialmente los avances del programa Artes para la Paz, una ambiciosa iniciativa que se consolida como la principal apuesta del gobierno de Gustavo Petro en materia de educación artística y cultural. Con una inversión histórica de 184 mil millones de pesos para 2025, el programa busca impactar a más de un millón de estudiantes en todo el país durante el cuatrienio.
Desde su implementación en el primer semestre de 2025, Artes para la Paz ha sido reconocido como el proyecto más robusto en formación artística formal e informal en Colombia. En articulación con el Ministerio de Educación, el programa atenderá a 400.000 estudiantes entre 6 y 17 años en 2.616 colegios públicos en el segundo semestre del año, con la meta de llegar a 5.000 instituciones educativas y un millón de beneficiarios antes de 2029.
La ministra Yannai Kadamani Fonrodona destacó que esta iniciativa “fortalece la educación artística como herramienta de paz, convivencia escolar y bienestar para niñas, niños y jóvenes en todo el territorio nacional”.
Formadores y sabedores: pilares del cambio
Uno de los ejes centrales del programa es la contratación de 4.000 artistas formadores y sabedores en 2025, con la meta de alcanzar 8.000 en el cuatrienio. Cerca del 40% de estos formadores son sabedores tradicionales, lo que garantiza la preservación de saberes ancestrales y el fortalecimiento de la interculturalidad.
Además, se han hecho viables más de 1.700 cargos docentes en disciplinas como música, danza, teatro, escritura creativa y audiovisuales, llegando a regiones históricamente excluidas como el Catatumbo, Timbiquí y el Chocó.
Del presupuesto asignado para 2025, el 67% se destina a procesos de formación, el 20% a talento humano, el 5% a dotación artística, otro 5% a convocatorias y el 2% restante a gestión administrativa. Las dotaciones incluyen instrumentos musicales, elementos para danza y kits audiovisuales para más de 300 instituciones educativas.
Desde 2023, se han entregado 611 kits musicales con el apoyo de la Fundación Nacional Batuta, la Asociación Nacional de las Artes (ANA) y la Fundación Canto por la Vida.
Cobertura nacional y enfoque diferencial
Artes para la Paz ya opera en los 32 departamentos y 732 municipios del país, con especial presencia en territorios PDET y ZOMAC. También se extiende a centros penitenciarios, comunidades étnicas y jóvenes rurales, reafirmando que la cultura es un derecho y una herramienta de transformación social.
El viceministro Fabián Sánchez subrayó que “más que un programa, estamos hablando de una apuesta de país”, reconociendo los procesos culturales que han surgido históricamente desde las regiones.
Este programa es la evolución de Sonidos para la Paz, que demostró el poder de la música como herramienta de reconciliación. Ahora, Artes para la Paz integra todas las disciplinas artísticas, consolidando la visión del Gobierno Nacional de la cultura como derecho y como camino hacia la paz.
Con esta apuesta, Colombia siembra en las nuevas generaciones horizontes de dignidad, creatividad y convivencia, donde el arte deja de ser un lujo y se convierte en una fuerza transformadora cotidiana.