Cultura

En ‘Mil colmillos’ la acción, el misterio y el pánico se apoderarán de los protagonistas y de los espectadores

Streaming. Ya se estrenó la temporada completa de la primera serie producida en el país para HBO Max. La trama. En esta producción un grupo de soldados deberá enfrentarse a fuerzas oscuras y sobrenaturales en lo profundo de la selva.

'Mil colmillos' (Foto cortesía )

Mil colmillos llega a HBO Max, convirtiéndose en la primera serie de la plataforma producida en Colombia. La producción comienza con lo que bien podría ser una historia de acción: un comando élite que debe escoltar a varios francotiradores para acabar con un objetivo y volver al punto de extracción. Sin embargo, con el pasar de los minutos y los capítulos, los televidentes se irán dando cuenta de que esta serie va más allá de la acción, los efectos especiales, las balas, el uso de la fuerza y más.

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Y es que, al entrar a la selva, los soldados que creían que iban por un objetivo habitual, se encontrarán con una sorpresa que convertirá esta historia de acción en una de suspenso: en medio de ese paisaje verde existen extrañas entidades que comenzarán a eliminarlos uno por uno.

Así que, sin poderse defender y sin saber a qué se están enfrentando, los protagonistas de esta serie tendrán que empezar una carrera contra el tiempo para lograr escapar de la selva, al mismo tiempo que empezarán a descubrir un oscuro y tenebroso secreto que lleva más de cinco siglos gestándose y que se convertirá en un infierno para ellos.

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La producción cuenta dentro de su elenco con Claudio Cataño, Alejandro Buitrago, Carolina Ribón, Andrea Olaya, Carlos Alberto Mariño, Héctor Sánchez, Jaisson Palacios, Andrés Londoño, Sebastián Carvajal, Jarlin Martínez, Lenard Vanderaa, Quique Sanmartín, Ricardo Leguízamo y Juan Carlos Messier.

“La guerra es un monstruo de mil colmillos y ustedes me darán la razón cuando vean esta serie”.

—  Claudio Cataño

Una vista a sus personajes...

Publimetro habló con Claudio Cataño y Carolina Ribón, quienes nos contaron que vivieron esta experiencia al límite y que sintieron al cien por ciento todas las emociones de sus personajes, especialmente el pánico por no saber a qué clase de entidades se estaban enfrentando.

Claudio le da vida a Rojas, un hombre que carga con un fuerte pasado y que se justifica en este para creer que lo heroico debe ser violento. Por otro lado, Carolina interpreta a Flor, un personaje enigmático del cual no se conoce su procedencia. Y es que ni ella misma sabe quién es.

“Esta fue una experiencia muy diferente a otras producciones y grabaciones porque nunca se trató de actuar o de pretender ser. Creo que gracias a como se construyeron los sets, la historia y las relaciones entre los personajes, los actores dejamos de ser actores y nos convertimos realmente en esas personas asustadas y desesperadas dentro de la selva. Esto no es Carolina haciendo de Flor, es Carolina siendo Flor en esa situación. En ese sentido, todo lo que verán en la pantalla lo sentimos haciéndolo, y fue un viaje tanto físico como emocional”, aseguró Carolina.

De acuerdo con ambos actores, “cada día de rodaje fue absolutamente brutal”, así que para armar las escenas hicieron toda clase de esfuerzos tanto físicos como mentales. Unas escenas fueron más complicadas que otras, y por ejemplo, Claudio recordó este instante que lo dejó sin fuerzas: “Yo hice una secuencia en una fábrica abandonada y se trataba de un enfrentamiento. Eran 40 metros, mi personaje tenía al frente unos 15 enemigos distintos y tuve que repetirlo 60 veces. Creo que con eso se pueden hacer una idea respecto al desgaste, pero también, al gran esfuerzo que hicimos durante las grabaciones. En serio, todo lo que verán es completamente real, excepto que nunca nos lastimamos de verdad. Y por cierto, nunca usamos dobles, así que se encontrarán con escenas hechas por nosotros mismos”.

Respecto a Carolina, ella también reveló cuál fue la escena más difícil de grabar: “Yo fui la última en arribar al rodaje y llegué a Manizales muy fresca y muy feliz. Todos ya llevaban un mes y medio y lo primero que me dijeron fue: ‘Esa sonrisa te va a durar poco, poco’. En la segunda noche de rodaje lo comprobé, y es que estuve haciendo unas escenas escapándome de una maloca y siendo perseguida por un gran número de soldados. Y aunque ustedes solo verán unos minutos, lo cierto es que lo grabamos bastantes horas. Hicimos un recorrido por Manizales y Neira, con el clima muy frío y para rematar, siendo mojada por una lluvia de mentiras y teniendo poca ropa. Yo se los cuento y hasta parece fácil, pero realmente fue muy retadora esa secuencia”.

500 personas trabajaron en Mil colmillos, un proyecto que se gestó y se desarrolló durante cinco años.

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