Para quienes no fuman – la mejor decisión que una persona siempre podrá tomar- en ocasiones es sencillo decirle a quienes sí lo hacen que lo dejen, que dejar de fumar y dejar el cigariilo es un tema de convicción y voluntad. Sin embargo, la realidad es que muchos adultos fumadores continúan con el cigarrillo. Pensando en ellos y teniendo en cuenta que el cigarrillo es altamente nocivo para la salud, la ciencia y la tecnología hoy ofrecen distintas alternativas.
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Si bien lo mejor que puede hacer un fumador es dejar el consumo de tabaco y nicotina por completo, para quienes no lo hacen existen los productos sin humo: cigarrillos electrónicos, vapeadores y otros dispositivos. Sobre estos, hay mucha información dando vueltas por todas partes. Acá les contamos algunos aspectos que pueden dar claridades:
Primero: estos productos son única y exclusivamente para adultos fumadores. Los menores de edad, los no fumadores y las mujeres embarazadas nunca deberían consumir estos productos.
La razón es simple. Estas alternativas suponen una mejor opción sólo cuando se compara con los cigarrillos. Un ejemplo de esto es lo dicho por ‘Hechos del Vapeo’, una página oficial del Ministerio de Salud de Nueva Zelanda, la cual advierte: “existe ahora un acuerdo general en que el uso de vapeo expone al usuario a menos sustancias tóxicas que fumar cigarrillos[1]”.
Segundo: su funcionamiento. Los productos sin humo tienen un aspecto en común. No queman el tabaco y como consecuencia, reducen significativamente la liberación de los miles de químicos nocivos que se presentan cuando se enciende un cigarrillo.
Y sobre esto hay diferencias. Los dispositivos de calentamiento de tabaco, como su nombre lo dice, calientan unidades tabaco y de esta manera, evitan la quema. Acá se encuentran productos como como Iqos, que genera 95% menos químicos nocivos comparado con los cigarrillos. Por otro lado, los cigarrillos electrónicos o vapeadores calientan un líquido con o sin nicotina, lo que también evita la quema. Al sacar de la ecuación el proceso de combustión que se genera por la quema, se reduce la emisión de químicos nocivos.
Tercero: entender el rol de la nicotina es fundamental. Se cree erróneamente que uno de los mayores factores de riesgo del tabaco es la nicotina. Sin embargo, de acuerdo con Karl Fagerström, psicólogo clínico e inventor del test que lleva su apellido y mide el grado de dependencia de una persona a la nicotina, “se sigue asociando la nicotina a todas las enfermedades relacionadas con el tabaquismo, cuando la realidad es otra: en la combustión del tabaco se producen miles de sustancias químicas, de las que más de un centenar son dañinas para la salud. Ahí es donde está el peligro, en la combustión. Si el tabaco no se quema, el problema se reduce considerablemente[2]”.
Cuarto. La combustión es el problema. Luego de años de investigación se logró identificar que cuando se enciende un cigarrillo y se quema la hoja de tabaco, se liberan más de 6.000 químicos nocivos, de los cuales 100 han sido identificados por autoridades de salud pública como causantes o potenciales causantes de las enfermedades asociadas al tabaquismo. Estos químicos son inhalados por los fumadores e incluso por aquellas otras personas expuestas al humo del cigarrillo.
*Entre Coltabaco SAS y Publimetro existen acuerdos comerciales a efectos de publicar este artículo. Dicho acuerdo no ha influido en el contenido editorial.
[1] Vaping vs smoking | Vaping Facts
[2] Karl Fagerström: “Una sociedad libre de tabaco es un objetivo realista, pero es difícil una sociedad libre de nicotina” | Salud y bienestar | EL PAÍS (elpais.com)