Después de más de 10 años de trámites y gestiones para llevar el gas domiciliario a las zonas más alejadas de los centros urbanos de Cundinamarca, hoy este servicio es una realidad para un importante número de familias del departamento, gracias a los avances en la expansión de las redes, el apoyo de la Gobernación y al interés de más de 18 operadores.
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El secretario de Minas, Energía y Gas de la Gobernación, Jahir Andrés Hernández, expresó que la idea surgió a raíz del bajo nivel de cobertura del servicio de gas, porque solo 48, de los 116 municipios del departamento, contaban con el suministro de este combustible, especialmente en la sabana cundiboyacense.
Como respuesta a esa situación, en 2020 empezaron las alianzas estratégicas con diferentes operadores para llegar a todo el territorio, y en el 2021 inicia la ejecución del proyecto en las cabeceras municipales.
“Del 2020 a la actualidad hemos invertido más 27.000 millones de pesos, sin incluir el monto aportado por el sector privado en cabeza de los 18 operadores del servicio que trabajan en Cundinamarca”, dijo Jahir Andrés Hernández.
De igual manera, informó que a la fecha ya son 17.000 los usuarios de este servicio, y seguramente, con los avances logrados en los últimos meses, se van a superar los 20.000 beneficiarios en 85 de los 116 municipios del departamento.
Beneficios del uso del gas domiciliario
Con este servicio, los usuarios obtienen los siguientes beneficios:
Ahorro económico de cerca del 70%, porque el costo de un cilindro de gas hoy oscila entre 70.000 y 100.000 pesos, dependiendo del área, y por el servicio de gas domiciliario solo se paga entre 30.000 y 36.000 pesos en un estrato sin subsidio del Estado, pero en los estratos 1 y 2 se pagan alrededor de 14.000 y 24.000 pesos mensuales.
Conservación ambiental, puesto que se deja de talar árboles para hacer la leña que se utilizaba para cocinar. Adicionalmente, el gas natural es un combustible limpio que no genera emisiones al medio ambiente.
Mejoramiento de la calidad de vida, debido a que las familias ya no tienen que desplazarse a grandes distancias para conseguir un cilindro de gas. Además, se evita el riesgo de afectación a los adultos mayores que muchas veces tenían que cargar o manipular los cilindros de gas propano.
Mejores condiciones de salud, porque en las viviendas rurales, donde se usa leña, los índices de enfermedades respiratorias son muy altos, y con la utilización del gas, que no genera contaminación, se mejoran las condiciones de salud de estas familias.