Desde el 2018, la selección nacional cosechó algunos triunfos como la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Lima en 2019 o la victoria en la Copa Panamericana contra Cuba, pero, al mismo tiempo, años de cargar con el sentimiento de derrota, sobre todo por la incertidumbre y el temor de enfrentarse a grupos extranjeros con una trayectoria tan robusta como lo eran Brasil y Argentina. Sin embargo, como decía María Alejandra Marín, capitana del equipo y embajadora de Mozzart Bet, era aún más grande el sueño de tocar ese cielo que veían tras la malla del partido.
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Así pues, impulsadas por esa fuerza intrínseca, lograron marcar un precedente en El Torneo Sudamericano de Barrancabermeja 2021, cuando dejaron a uno de los equipos más exigentes a nivel mundial como lo es Brasil fuera de la competencia. “Fue un torneo que va a quedar siempre en nuestra memoria”, decían las voleibolistas en una de las entrevistas realizadas por nuestro equipo. Y no es para menos, después de que presenciaron el avistamiento de más de 5.000 personas en las gradas de la llamada ciudad industrial posterior a una temporada completamente nula como lo fue la pandemia.
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Ahora bien, aunque su paso por el mundial llegó a su final , se quiere recordad el compromiso que la empresa siente por las nuevas juventudes, pues su objetivo es que encuentren en el deporte un motor para su propio desarrollo, así como María Alejandra Marín encontró en el voleibol una herramienta de empoderamiento y superación.
A raíz de esta última premisa y gracias a la capitana, conocieron la fundación Fábrica de sueños , un espacio que busca enseñar a niñas de escasos recursos la pasión por el voleibol, encontrando en el deporte un camino de resiliencia. En los últimos años, la fundación ha logrado captar entre 20 a 30 beneficiarias quienes hoy ya conforman una comunidad de más de 100 deportistas.
Como parte de su campaña de responsabilidad social y empresarial, Mozzart Bet decidió donar $15.000 por cada punto que la selección anotó en el mundial, alcanzando los $5.025.000; cifra que la empresa quiso redondear a $6.000.000 gracias al gran desempeño del equipo.
No obstante, nada habría sido posible sin la disciplina de un equipo tan consolidado como la selección nacional femenina, quien no solo llegó al torneo internacional más importante de la industria deportiva, sino que transformó la historia del voleibol en Colombia, haciendo que atravesara sus propias fronteras y encontrara su lugar dentro y fuera de Latinoamérica.