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2016 abre las puertas a lo distinto. Lo que antes era considerado «imperfecto» ahora es mainstream. Y todo lo que se trataba de evitar al ser considerado símbolo de «fealdad», es ensalzado. Las cejas pobladas, los frenillos, las narices torcidas, el acné.
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Todo ha vuelto a través de modelos distintas y de técnicas de maquillaje distintas que van más allá de la pretendida «naturalidad».
Pero hay alguien que ha ido más allá. En la pasarela del diseñador malayo de 24 años, Moto Guo, sus modelos van desfilando repletos de granos, sin corrector facial. La colección, llamada «Picnic in the Society», precisamente trata sobre tumbar los ideales de qué es lo bello, lo masculino y lo femenino.
Las prendas, «intensas, pintorescas e imperfectas», contrastaron con uno de los «defectos» que más se aborrecen en esta sociedad ávida de rostros tersos y límpidos, reportó el portal I-D.
Por supuesto, las reacciones en redes iban desde la admiración hasta el asco. ¿Un capricho que muchos se niegan a cumplir? ¿Solo arte? ¿Un statement sobre el «new mood» de estos tiempos ante lo bello?
Irónicamente, el acné puede ser abominable para muchos, pero en Internet es todo un espectáculo.
La doctora «Pimple Popper» se ha hecho viral reventando granos. Hay vloggers de belleza que causan impacto al cubrir sus caras llenas de granos con maquillaje. Otros muestran sus imperfecciones y causan tanto apoyo como rechazo.
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Porque en un mundo donde la diferencia es lo mainstream, este no está preparado aún para verse en su más cruda expresión. Sin embargo, en el mundo de la moda es toda una propuesta novedosa y hasta vanguardista: lo «feo» tiene cabida.
Por eso existen agencias como «Ugly Models», cuyo éxito radica en reclutar maniquíes no convencionales. En Ciudad de México existe la agencia Guerx, caracterizada por mostrar a jóvenes más cercanas a la realidad de muchos de sus contemporáneos. Jóvenes sin criterios cerrados sobre feminidad o masculinidad o belleza. Jóvenes que distan de ser como los empolvados ideales que les han vendido en los medios.
El acné puede ser asqueroso para muchos. Pero como todo lo que nos hace humanos, en estos tiempos es un «fashion statement».
