La red social Instagram anunció este jueves que suspendió cientos de cuentas cuyos nombres robaron piratas informáticos.
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Estas cuentas además fueron a altos precios en internet, una práctica cada vez más común para hacerse con títulos de gran valor en el mercado.
La popular aplicación de imágenes, propiedad de Facebook, explicó en un comunicado que ha suspendido unas 400 cuentas obtenidas por estos medios ilícitos.
Las cuentas las robaron miembros del grupo online OGUsers, una comunidad de hackers especializada en este tipo de operaciones.
En su momento, estas cuentas estaban libres y no costaron nada a quienes las crearon, dado que por lo general se trataba de pioneros en las redes sociales; pero, con el paso del tiempo y el aumento de la popularidad de estas plataformas, su valor se ha disparado.
Además de robarlas directamente, los miembros de OGUsers también recurren a tácticas como la extorsión o las estafas para hacerse con estas cuentas.
Según publicó la prensa especializada en EE.UU., la acción de Instagram se enmarca en una operación coordinada con portales de la competencia como Twitter y TikTok para tratar de poner fin a estos robos.