La empresa de tecnología Samsung confirmó que suspendía la producción del teléfono Galaxy Note 7. Esto, horas después de emitir un comunicado pidiendo la suspensión de las ventas e intercambios de los dispositivos.
“La seguridad de los clientes es nuestra principal prioridad. Samsung pedirá a los socios a nivel mundial detener las ventas e intercambios del Galaxy Note 7; mientras que se realiza la investigación”, se lee en el comunicado oficial.
La noticia fue confirmada por el periódico estadounidense “Wall Street Journal” y por TechCrunch, medio al que una vocera de la compañía confirmó la suspensión de la producción.
La empresa no dio ninguna declaración adicional que explique su decisión. Retirar los dispositivos del mercado no será tan sencillo, pues de acuerdo a analistas, esto podría costarle a la compañía pérdidas de hasta 17 mil millones de dólares.
La crisis se agrava para la empresa, pues sus acciones cayeron un 8% desde que inició el escándalo por los teléfonos Galaxy Note 7. Esta es la peor caída desde octubre de 2008.
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Una decisión aplaudida
Las autoridades de protección al consumidor saludaron esta decisión de Samsung.
“Nadie debería de tener que inquietarse por el hecho de que un teléfono pueda poner en peligro a personas o bienes”, explicó Elliot Kaye, director de la agencia estadounidense de seguridad al consumidor (CPSC, por sus siglas en inglés).
Por lo tanto, la empresa asiática pidió a todos los poseedores de un Galaxy Note 7 (ya sea original o uno de reemplazo) que lo “apaguen y lo dejen de usar”.
Mientras tanto, la autoridad estadounidense de aviación civil (FAA, por sus siglas en inglés), emitió nuevas recomendaciones. Pidió a todos los pasajeros que tengan un Galaxy Note 7, no encenderlo ni cargar su batería en el vuelo. Además, también pidió no guardarlo en el equipaje de bodega.
La empresa pidió detener la circulación de los Galaxy Note 7, incluyendo aquellos que eran de repuesto, pues también presentaban fallas
