Muchas personas, especialmente de generaciones anteriores a los llamados “millennial”, conocen la triste realidad del uso de celulares.
Ante esto, Leonardo Haberkorn, ex profesor universitario y periodista, decidió simplemente rendirse.
A decir verdad, según su carta, el primer semestre que enseñó en una universidad, será también el último. La triste realidad de los jóvenes que no pueden dejar de ver la pantalla de su celular lo venció.
“Me cansé de estar hablando de asuntos que a mí me apasionan ante muchachos que no pueden despegar la vista de un teléfono que no cesa de recibir selfies. Claro, es cierto, no todos son así. Pero cada vez son más”.
Ciertamente, esta costumbre -como dice Haberkorn- cada vez más común; puede también afectar a las futuras generaciones de profesionistas. Y es que, ¿qué se puede aprender sin escuchar o siquiera dirigirle la mirada a sus profesores? ¿Qué se aprende cuando ya no hay interés de saber?
Para este hombre no sólo es frustrante, sino hiriente. Los celulares se llevan toda la atención. Los jóvenes prefieren WhatsApp o Facebook que aprender. Así lo expresó:
“Hasta hace tres o cuatro años la exhortación a dejar el teléfono de lado durante 90 minutos -aunque más no fuera para no ser maleducados- todavía tenía algún efecto. Ya no. Puede ser que sea yo, que me haya desgastado demasiado en el combate. O que esté haciendo algo mal. Pero hay algo cierto: muchos de estos chicos no tienen conciencia de lo ofensivo e hiriente que es lo que hacen. Además, cada vez es más difícil explicar cómo funciona el periodismo ante gente que no lo consume ni le ve sentido a estar informado”.
Una de las cosas más preocupantes según el profesor es que dichas clases eran para futuros periodistas. “No saben nada”, mencionó. Y no en vano.
“¿Qué es lo que pasa en Siria? Silencio.
¿De qué partido tradicionalmente es aliado el PIT-CNT? Silencio.
¿Qué partido es más liberal, o está más a la “izquierda” en Estados Unidos, los demócratas o los republicanos? Silencio.
¿Saben quién es Vargas Llosa? ¡Sí!
¿Alguno leyó alguno de sus libros? No, ninguno.
Conectar a gente tan desinformada con el periodismo es complicado. Es como enseñar botánica a alguien que viene de un planeta donde no existen los vegetales”.
Los nuevos periodistas no conocen más allá de lo que ven en sus celulares
También contó sobre la ocasión en que mandó a los estudiantes de comunicación a conseguir una noticia en la calle. “Todavía existen kioskos que venden diarios y revistas”. Esa fue la noticia para uno de ellos.
Este desinterés no es exclusivo de los futuros comunicadores. En los comentarios hacia la carta, muchos otros profesores cuentan sus experiencias.
En un comentario se lee: “Tienes que seguir aguantando, mi sobrina es una de sus alumnas y lo quiere y reconoce”.
Si bien esta carta fue escrita en el 2015, recientemente se volvió viral en todo el mundo. Muchas personas se identifican. Muchos otros, estudiantes, se sienten culpables.
Por su parte, Haberkorn ha pasado página:
Queridos colegas: dejé la docencia hace mucho. Ya fue. Ya pasó. Me interesa hablar de periodismo, mis libros, tantas cosas. De eso ya no.
— Leonardo Haberkorn (@leohaberkorn) 14 de septiembre de 2016
Si quieren conocer la carta íntegra, pueden leerla a continuación en el blog de Leonardo Haberkorn.
«Me cansé de pelear contra los celulares, contra WhatsApp y Facebook. Me ganaron. Me rindo. Tiro la toalla».