El «araña-chimpancé» fue presentado en un desafío robótico del concurso de la DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa), con el objetivo de mostrar las tareas que puede realizar y de qué manera es capaz de ayudar a la humanidad en catástrofes.
Se calificó el desempeño en ocho pruebas: ir por un trayecto específico, cruzar terrenos y burlar obstácuos, retirar cosas de una entrada, subir una escalera, conectar una manguera, abrir puertas con herramientas para cortar a través de yeso y cerrar válvulas para demostrar su destreza.
Una de sus debilidades fue la de conducir un vehículo, pero también demostró que sus brazos y sus manos fuertes pueden ser muy útiles en actividades como quitar escombros.
La principal aplicación de este robot podría ser la de ayudar en terremotos y otros desastres en los que se requiera acceder a lugares a los que un humano no podría llegar.
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