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Mercedes-Benz Clase A: La estrella más pequeña se llena de lujos

Con una versión sedán y tecnologías mundialmente innovadoras, el Mercedes-Benz Clase A se ha convertido en una gran opción de lujo compacto.

El Mercedes-Benz Clase A completó su transición de un curioso monovolumen compacto a un vehículo de la estrella en toda regla. Durante los últimos 20 años el vehículo ha tenido cuatro generaciones, de las cuales la tercera confirmó su transformación. El recién lanzado Clase A Sedán potencia este mecanismo, abriendo la competencia entre alemanas en el segmento compacto.

El sedán se complementa con el hatchback, el CLA y la SUV GLA para potenciar esta competencia. La plataforma se ha convertido en una de las más flexibles de la marca de la estrella. A Colombia llegan temporalmente el hatchback y el sedán, con un diseño innovador. Sobre todo, la tecnología y el uso de inteligencia artificial son los elementos más importantes en esta gama.

Este proceso inicia con un diseño que mantiene las líneas de la generación anterior. Las luces más finas y una parrilla aún más grande son muy importantes para dar una cara familiar al Clase A. El diseño en general se mantiene con líneas bajas y horizontales, musculares. El sedán adquiere un baúl cuyo diseño es notoriamente armónico, y que ofrece un considerable espacio de 420 litros.

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En el interior, el elemento más importante es el tablero y pantalla de infoentretenimiento. Se combinan en una sola unidad que se extiende por la consola, en una imagen espectacular. La pantalla es táctil pero puede controlarse con un panel táctil en la pantalla: el selector de cambios es una palanca en el timón que puede confundirse con la de luces, y el botón del freno de emergencias está en el tablero.

Resulta interesante comparar que el hatchback viene con sillas con mayor respaldo lateral. Entre tanto el sedán, que probó PUBLIMETRO, tiene sillas tradicionales y fáciles para acceder. Los materiales son de primer nivel, aunque algunos detalles como una almohadilla para descansar la mano sobre el panel táctil son superfluos o, por lo menos, confunden.

Moverse a la alemana

El motor del Mercedes-Benz Clase A es una pieza desarrollada en conjunto con Nissan y Renault. Tiene solo 1.3 litros de capacidad, al contrario que lo que su nombre completo, «A200», permitiría indicar. Pero la potencia es cercana a la de un motor de 2 litros, pues desarrolla 161 caballos. Está conectado a las ruedas delanteras a través de una caja automática de doble embrague y siete velocidades, además de cuatro modos de manejo.

Esto genera un vehículo con un comportamiento dependiente del modo de manejo. Con el  modo ecológico es terminantemente lento para responder al pedal, pero entrega una economía que supera los 70 kilómetros por galón en autopista. En modo de confort, la suspensión se ablanda y absorbe muy bien las irregularidades del camino, aunque la caja mantiene las revoluciones más altas.

En modo deportivo, el motor despierta al mínimo roce del acelerador y la caja reacciona inmediatamente, sin ningún retraso. El Mercedes-Benz Clase A se quita la corbata y sale a correr, olvidándose de detalles como «silencio de marcha» o «aislamiento de suspensión». Se vuelve muy duro y preciso, exigiendo una carretera con muchas curvas para aprovechar sus habilidades.

Estas se ven potenciadas por la estupenda reacción de la caja. Afortunadamente ofrece un modo individual que permite escoger la reacción de cada elemento. Un acelerador y caja deportivos con suspensiones de confort sería el modo ideal para las condiciones locales. Aún así, la suspensión siempre sufrirá con resaltos como los policías acostados y pequeños huecos en las calles colombianas.

Hola, Mercedes

La joya tecnológica del Mercedes-Benz Clase A es el sistema MBUX. Como si fuera Siri o Amazon Alexa, el sistema responde a comandos de voz muy precisos. Diciendo «Mercedes», el sistema responde a los pedidos de los ocupantes como ajustes de la temperatura de climatización, sintonizar una emisora en el radio o poner un destino en el sistema de navegación.

Por supuesto, también cuenta con otros accesorios como cámara de parqueo de 360 grados, conexión a Android Auto y Apple Carplay, y tablero digital personalizable. Pero es muy fácil descrestar al ver que la tremenda pantalla responde al decir «Mercedes, ¿qué hora es?», y que esta responda con la hora.

El sistema MBUX está incorporándose lentamente a otros vehículos recién lanzados de la marca como la camioneta GLE. Que su lanzamiento haya sido en el Clase A se explica por el objetivo comercial del vehículo: atraer a jóvenes adinerados y gomosos de la tecnología a la marca de la estrella. Y sobre todo, a los sedanes, un segmento que está en decadencia pero que con estos vehículos tiene cada vez más brillo.

La competencia es durísima y directa con dos referencias: su mayor competencia son los BMW Series 1 y 2 y los Audi A3. Es un tema de gustos: mientras los autos de Munich son más deportivos, los de Stuttgart son más «clásicos», mientras que los Audi son un término medio. Con sistemas como el MBUX y el interior del vehículo, Mercedes-Benz quiere atraer a punta de tecnología y de capacidad de «descreste».

Una víctima en esta guerra es el CLA, que queda en el limbo. Además, por el precio cercano a los 130 millones de pesos hay una gran cantidad de opciones en SUV, incluso en las propias marcas alemanas de lujo. El Mercedes-Benz Clase A, tanto hatchback como sedán, es una opción que se ve cada vez menos, el automóvil de lujo compacto. Pero sus capacidades hacen que se gane con honores la estrella de tres puntas en la frente.

Ficha técnica

Vehículo: Mercedes-Benz A200 Sport Sedán

Motor: 1.3 litros turbocargado, 161 caballos de potencia

Transmisión: De doble embrague, 7 velocidades con levas en el timón

Tracción: Delantera con cuatro modos de manejo.

Precio: desde $122’900.000.

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