Con la Gran Parada de Tradición y Folclor, un desfile en el que se conserva la esencia del Carnaval rindiendo un homenaje a varios ritmos del Caribe colombiano, Barranquilla celebró el segundo día de las fiestas.
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Además de la participación de 127 grupos de baile, el desfile fue el escenario en el cual los artesanos del carnaval se lucieron con la presentación de elaboradas máscaras, sofisticados disfraces y coloridos vestuarios para deleitar a quienes se apostaron a lado y lado del Cumbiódromo de la Vía 40.
En esa importante vía de Barranquilla, los asistentes observaron los homenajes hechos a ritmos como la cumbia, el garabato, el mapalé, el congo y el son de negro, entre otros.
Como todos los años, los disfraces de la muerte, las gigantonas, los cabezones, el descabezado y de animales selváticos como tigres, leones y gorilas, estuvieron presentes para arrancar las carcajadas de propios y visitantes que desde tempranas horas esperaron el paso del desfile.
La Gran Parada fue una explosión de creatividad que plasmó la danza y la música en su esencia más tradicional y en la que participaron niños que daban sus primeros pasos, jóvenes que hicieron gala de su destreza en el baile y adultos mayores que se animaron a bailar durante todo el trayecto bajo un sol canicular.
La danza del garabato, en la que se enfrentan la vida y la muerte; las farotas, que representan la venganza de los indios que, vestidos de mujer, atacan con lanza a españoles que violaron a las nativas cuando llegaron a esas tierras, y los congos y el paloteo, que recrean las danzas de los guerreros africanos, dieron rienda suelta a la fiesta del cumbiódromo.
También desfilaron personajes como «el indio mohicano dorado», «Cantinflas» y personajes que recordaron películas y series de televisión como «X men», «Hellboy», «Hulk», «Comando especial» y «Los Magníficos», entre muchos otros.
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Cuando la reina del Carnaval y el rey Momo viajaban en las carrozas durante la Batalla de Flores, los protagonistas de la fiesta hicieron el recorrido de cinco kilómetros a pie luciendo vistosos disfraces con los que se hizo alegoría a las expresiones folclóricas del Carnaval.
Desde hace 52 años, la Gran Parada fue integrada a la programación oficial del Carnaval de Barranquilla con el fin de darle espacio a la danza y la música tradicional que en la Batalla de Flores, celebrada el día anterior, quedaban opacadas por las carrozas y las reinas.
Declarado por la Unesco «Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad» y que terminará con la «muerte de Joselito», el Carnaval es uno de los aspectos más representativos de la ciudad y en el que durante cuatro días se dan cita más de 1,5 millones de personas entre visitantes y locales.