En las imágenes se ve a dos hombres caminando en medio del monte, en una zona alejada de cualquier casco urbano, que se topan con un costal que se estaba moviendo.
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Al verlo, la curiosidad hace que tomen con precaución el costal para intentar abrirlo. Al hacerlo, con ayuda de una navaja, un pequeño cachorro sale y se le ve estresado y nervioso.
El hombre que liberó al animal, al ver al pobre mamífero desesperarse cuando quedó libertad, envió un contundente mensaje a los dueños de la mascota que cometieron este hecho.
Este cruel hecho sucedió en Puerto Rico, pero bien puede estar pasando en cualquier lugar del planeta. ¡No al maltrato animal!