Un hombre que vive en pueblo llamado Tacoma, en Washington, Estados Unidos, estaba tan aburrido de que alguien robara su correspondencia que creó un señuelo para determinar quien era el que hacía las fechorías.
En una caja de cartón el hombre puso un artefacto que detonaba con el movimimiento. Cuando el ladrón se acercó y agarr´ la caja se llevó el susto de su vida con la explosión, y así quedó en evidencia ante las cámaras de seguridad de la vivienda.
