Alejandra

“Pese a todos estos llamados, investigaciones y estudios, la transfobia le arrebató la vida a Alejandra, por quien pido a las autoridades se haga justicia”: Andrés Camilo Hernández

Hace unos días amanecí con la noticia de la muerte de Alejandra, una mujer trans que había llegado desde hace varios años a la capital en busca de oportunidades, pero al ver que las puertas se le cerraban por la discriminación y la transfobia, tuvo que ingresar al mundo de la prostitución para poder vivir.

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Sus amigas la recuerdan como una mujer agradable, sonriente, que buscaba sacar la manera de salir del mundo que le tocó vivir en una ciudad que siempre le cerró las puertas, la misma ciudad que la dejaría morir.

Fueron violados sus derechos humanos cuando una ambulancia se negó a atenderla solo por que era portadora de VIH. Allí en una cama falleció a las 3 de la mañana, clamando ayuda para salvar su vida, se estaba ahogando y sin un solo respiro de oxígeno para seguir cumpliendo sus sueños. El distrito, en una ciudad de desigualdades, de mezquindades, con una alcaldesa que en campaña pregonó la inclusión (pero que solo quedó en discurso), le dio la espalda a Alejandra, la dejó morir de la forma más vil e inhumana.

Luego de diferentes llamados de organizaciones de Derechos Humanos, de activistas, de ONG para pedir que al menos hicieran el levantamiento del cadáver, tuvieron que esperar quince horas para que luego de presiones se dignaron a recogerla.

Es lamentable que en pleno 2020 tengamos que vivir este tipo de discriminación a la población LGBTI y en especial a las mujeres trans, pero hay estudios que han puesto en evidencia las desigualdades y la condición en que han tenido que padecer por años.

El proyecto de seguimiento de casos de asesinato de personas trans, “Trans Murder Monitoring”, ha documentado el registro de más de 2.000 asesinatos en 66 países entre 2008 y 2016, lo que equivale a un asesinato cada dos días. Según informes de la organización National Coalition of Anti-Violence Programs, se produjeron 16 asesinatos de personas trans en los Estados Unidos de América en 2015, de los cuales 13 corresponden a mujeres trans de color. Las Naciones Unidas han documentado la comisión de ataques especialmente brutales contra las mujeres trans y contra las personas trans en régimen de detención.

Las mismas Naciones Unidas han señalado en diferentes ocasiones que las personas trans sufren discriminación y estigmatización de manera generalizada en los ámbitos del sector salud, la educación, el empleo y la vivienda, así como en el acceso a los baños. La discriminación por motivos de identidad de género es ilegal de conformidad con lo dispuesto en el derecho internacional de los derechos humanos.

Por su parte, una investigación de la Universidad Manuela Beltrán en Colombia añade que las mujeres trans, al igual que el resto de la comunidad LGBTI, presentan los principales problemas asociados a la población: Homicidios, Violencia policial, Violencia de otras personas de la sociedad, Discriminación de la población, Problemas de registro, sanción y prevención con las entidades judiciales, Subregistro de información, Desconfianza y temor que denunciar, por miedo a recibir represalias, Dificultades de las familias de las víctimas estigmatizadas por su familiar miembro de LGTBI, Dificultades en su diario vivir, tales como trabajo y eventos sociales del común.

“Las personas transgénero son sin duda una de las poblaciones más discriminadas de la sociedad colombiana, quienes padecen constantes agresiones, exclusión e indiferencia. Aunque el reconocimiento de sus derechos no ha sido un proceso fácil y aun presenta muchos retos, la lucha por su respeto hoy tiene varios triunfos. Ellos se ven reflejados en la jurisprudencia constitucional, que con fundamento en los instrumentos internacionales de protección de derechos humanos y haciendo eco de la igualdad como pilar que orienta nuestro ordenamiento jurídico, ha instado a las instituciones, así como al conjunto de la sociedad, para que unamos esfuerzos con el fin de que, entre todos y todas, garanticemos que hombres y mujeres trans puedan gozar de una vida digna”señala el Defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret, en la más reciente cartilla de la Defensoría del Pueblo sobre derechos de las personas trans, donde además puntualiza las problemáticas a las cuales están sometidas a diario.

Pese a todos estos llamados, investigaciones y estudios, la transfobia le arrebató la vida a Alejandra, por quien pido a las autoridades se haga justicia. No podemos permitir que a estas alturas la sociedad colombiana siga actuando con un papel del conservador extremista, homofóbico, transfóbico y discriminador, conducta que parece sacada del ano de quienes nos gobiernan y a quienes poco importamos.

Alcaldesa, usted se hizo elegir bajo las banderas de la diversidad, pero con la pena más grande del mundo, debo decir que estos actos de sus funcionarios, sólo deja ver la proclive importancia a la población que usted “representa” y lo coloco entre comillas, porque usted ha demostrado que solo nos usó como bandera de campaña para obtener votos y no para representarnos.

Mi solidaridad con todas las chicas trans en Colombia, la muerte de Alejandra no quedará impune, me comprometo a luchar en pro de sus derechos y los y las de todos los que hacemos parte de la población LGBTI, gracias a la Red Comunitaria Trans por todo el apoyo es estos momentos.

“Nuestra venganza será llegar a viejas, libres, fuertes y respetadas.”

Andrés Hernández.

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