El periodismo tiene una única función y es servirle a la ciudadanía, ser su herramienta de fiscalización sobre las personas y entidades que ejercen el poder -cualquier tipo de poder-, a partir del libre acceso a la información.
PUBLICIDAD
La información de entretenimiento y ocio, de índole cultural o deportivo, tiene que hacer parte de la agenda de un medio que busque conectarse con el grupo social para el cual está dirigido, pero debe estar realizada pensando en el principio básico de servirle a la ciudadanía, en este caso pensando en ella como un grupo de consumidores y usuarios de industrias culturales.
Industrialmente el periodismo está hecho para buscar mayorías, pero debemos hacerlo precisamente para que esas mayorías no opriman, por desconocimiento o descuido o -peor aún- voluntariamente, a los grupos minoritarios
La denuncia es la base del periodismo, pero se trata de una denuncia con sentido social, que le permita a las comunidades afectadas por esa denuncia mejorar sus condiciones como ciudadanos y consumidores.
Un periodismo libre es una garantía de una democracia saludable, pero no hay mayor responsabilidad que esa libertad: debe propender por la inclusión de aquellos que no tienen voz y de la difusión de sus actividades y problemas, debe darle espacio a las víctimas, debe hablar de las regiones y su realidad, debe potenciar a las minorías a todo nivel, debe estar pensada en la igualdad de derechos de mujeres y hombres sin importar su filiación política, credo o identidad sexual.
Ante las múltiples posibilidades que tiene un ciudadano hoy para acceder a la información, y a la vez ser desinformado -con intención o sin ella-, el periodismo debe buscar ejercer su función a través de diferentes plataformas físicas y virtuales, siempre pensando en la facilidad de acceso para todos.