Opinión

Todas las Familias son de VERDAD

No importa el millón de discursos que el señor Marco Fidel Ramírez lleva dando durante años en el concejo de Bogotá sobre “las familias de verdad”. Desde que conocí los resultados sobre las jefaturas de hogares en el país del más reciente censo del DANE, me he sentido muy inquieta por el actual papel de los hombres en las nuevas familias colombianas. Es que los resultados del censo 2018 dicen que las jefaturas de hogar a cargo de las mujeres están creciendo de manera considerable, pasaron de 29,9% en el 2005 a 40,7% en la actual medición.

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No es que me preocupe que las mujeres están asumiendo el liderazgo de sus familias, lo que me inquieta es que están asumiendo este rol solas, y no cabe duda que lo pueden hacer sin ningún problema, lo hacen y lo han hecho con total entereza, compromiso y fortaleza, a pesar de que nuestras sociedades no les reconoce y valora todo este esfuerzo.

El tema es que a diferencia de la mayoría de los casos en que los hombres asumen la cabeza, a pesar de estas cifras, siempre hay una razón para pensar que sí es posible un cambio y que, de hogar, ellas lo hacen solas, sin el acompañamiento de una pareja; de esta manera sacan sus familias y hogares adelante sin ayuda, a punta de grandes sacrificios y esfuerzos.

Por esta razón me preocupan las cifras del DANE, porque nos hacen cuestionar el papel de los hombres en las familias. La verdad no quisiera creer que se sigue perpetuando la visión de una masculinidad irresponsable, que no asume vínculos o compromisos, por ejemplo, con sus hijos. No quiero creer que sigue imperando un modelo de hombre insensible e incapaz de asumir también el rol de cuidar y proteger, además de compartir de manera equitativa las responsabilidades en un hogar.

De los hombres también se están gestando transformaciones importantes para construir sociedades más igualitarias y justas, esto lo pienso cuando escucho propuestas y discursos como el de Fernando Merchán Ramos, quien viene haciendo un trabajo social y político importante en la capital del país. Me gusta su mensaje de   que todas las familias son familias de verdad, un concepto que apunta a reflejar y expresar la realidad de las familias colombianas, que ya no sólo responden a un único modelo, y que busca reconocer que un hogar puede estar conformado de muchas maneras. O vamos a negar que una madre soltera y sus hijos son un hogar,  o que una pareja del mismo sexo que adoptan también son una familia, o una pareja heterosexual que decide no tener hijos también se pueden considerar una familia, el único requisito, según nos dice Fernando para que exista una familia de verdad es que haya amor y respeto.

Por esta razón aplaudo y me parece muy valiosa su propuesta, que en materia de familia no sólo les está hablando a las mujeres, sino que tiene un mensaje poderoso y contundente para los hombres. Fernando es referente de que sí es posible que un hombre sea un profesional con éxito y de manera simultánea pueda ocupar un papel importante en el cuidado de su familia, conocí personalmente su caso donde es padre y madre al mismo tiempo de una niña y un niño.

Así como Fernando y a pesar de lo que nos dicen las cifras del DANE, en Colombia cada vez hay más hombres que están comprometiéndose con la difícil tarea de la crianza; solos o acompañados están cambiando el mito o estereotipo de que los hombres no sirven para la crianza, claro que sí quieren y si así lo deciden sí sirven y además es su responsabilidad con la sociedad en pleno no ser malos padres.

Estoy segura de que el mensaje de Fernando se está escuchando con fuerza. Yo no les diré por quién votar, a mí no me pagan para ese tipo de cosas, lo claro es que en mi responsabilidad ética como activista es mi deber contarles cuando existe una alternativa diferente y fresca en el escenario de lo público en el país. Nos Urge políticamente personas que representen y defiendan a todas las familias no un solo modelo de familia.

Pienso que el señor concejal Marco Fidel Ramírez ha sufrido algún daño moral o psicológico que le afectó en su vida desde la infancia por haber crecido en un hogar con madre cabeza de familia y sin un papá, y al parecer a él ese hecho sí le afectó en su desarrollo social. Lo afirmo sustentada en sus discursos de discriminación a las familias bogotanas que no están conformadas por un papá y una mamá los cuales durante años le hemos escuchado una y otra vez.  Puedo estar equivocada, es una opinión, puede ser un trauma o puede ser otro problema a nivel psicológico, no necesariamente un trauma, eso lo tendría que determinar un experto en salud comportamental. Es natural que las personas tengamos afectaciones en nuestra psiquis por cosas que sucedieron en nuestra vida ajenas a nuestra voluntad. A todas las personas nos sucede esto de un modo u otro, también puede ser que simplemente por sus creencias religiosas no reconoce a su mamá como gestora idónea de un modelo de familia perfecto por la falta de un “hombre a cargo”. No lo sé. Solo el concejal puede despejarme esa duda.

El punto es que no podemos hacer de un asunto personal una política pública para toda una ciudad y mucho menos aspirar que sea política pública para un país como lo proclama en sus discursos el pastor y político nacional reconocido por sus discursos homofóbicos, el señor Oswaldo Ortiz, que además es un famoso Youtuber bajo el seudónimo de SuperOO.

Sabemos que los asuntos personales y psicológicos se resuelven con un psicólogo y apoyo de diferentes expertos en salud mental y emocional. La política, se hace pensando en las necesidades pertinentes de las ciudadanías en la realidad social y cultural de todas las formas de ciudadanía. Me inquieta un país acostumbrado a discriminar gobernado por políticos que no reconocen la constitución colombiana y hacen de sus posturas personales metas políticas que afectan negativamente al progreso de las ciudades y países en materia de humanismo y derechos.

A diferencia de lo que dicen estos dos hombres, tanto Marco Fidel Ramírez como Oswaldo Ortiz, el feminismo no es enemigo de las familias: las feministas defendemos el derecho a no ser madres al mismo tiempo que defendemos todas las maneras de construir una familia y desde Feminismo Artesanal defendemos todas las formas de ser mujer y exigimos que el estado nos garantice a las mujeres herramientas para tener calidad de vida y todos nuestros derechos.  Simultáneamente apostamos por nuevas masculinidades, por familias donde, aunque los hombres estén separados de las madres de sus hijos ellos nunca dejen de ser padres pertinentes y ejemplares. En este país ávido de nuevas maneras de amar debemos apostar a que los hombres asuman el reto de ser padres dignos de respeto y admiración. Modelo a seguir de sus hijos e hijas.

Les cuento que como una ironía de la vida o “justicia divina”, Fernando Merchán es primo de Oswaldo Ortiz.   Mi jugada feminista en estas elecciones será hacerle contrapeso al machismo y la homofobia respaldando a una nueva masculinidad como la que les he presentado hoy.

Por: Mar Candela, Ideóloga feminismo Artesanal

 

 

 

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