El verso, tomado de una muy vieja canción del grupo de rock español Radio Futura, cae de perlas al ver lo avanzado que está el proyecto del Centro de Convenciones Ágora Bogotá, que se construye en el terreno que ocupaba el parqueadero del costado sur de Corferias, varias grúas terminan de construir la estructura, un enorme edificio diseñado y construido por las firmas de arquitectos de Daniel Bermúdez (colombiano) y Juan Herreros (español). La Cámara de Comercio de Bogotá es la accionista mayoritaria de este edificio monumental en el que invirtió 190.000 millones de pesos. El Gobierno Nacional aportó 60.000 millones y Corferias cedió el terreno donde se alza el Ágora Bogotá, avaluado en 50.000 millones. Esta entidad, además, se encargará de administrar y operarlo.
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Por ahora se ve el enorme esqueleto del edificio, que sobresale tras los muros que cierran la obra y, en el costado occidental, detrás de unas casas que tienen sus días contados. La obra se inaugurará ya casi (en mayo de 2017, por eso lo de “el futuro ya está aquí”) y, cuando empiece a funcionar (a juzgar por los renders y las descripciones que del proyecto hacen los arquitectos en su página web), se convertirá en uno de los grandes puntos de encuentro de la ciudad. Sus arquitectos plantearon un edificio con una gran permeabilidad entre el interior y el exterior y estará directamente comunicado con Corferias a través de un paso elevado sobre la Avenida La Esperanza. De esta manera, los eventos que allí se realicen contarán ahora con la inmediata cercanía de este edificio, que estará dotado con 15 salas, entre ellas dos grandes salones (uno para 1000 personas y otro para 2000) y un gran auditorio con capacidad para 4000 espectadores, que además será un mirador sobre la ciudad.
El edificio, sostenido por cuatro grandes pilares en cada una de sus esquinas, funcionará como una gran plaza interior. De allí su nombre, Ágora, que remite a los espacios públicos de la Grecia antigua, donde nació la democracia.
Al Ágora Bogotá se suman otras obras que le están dando un gran empuje a la zona de Corferias. Una de ellas es el hotel Hilton que se construye en el costado suroriental de Corferias. Otro, la construcción de una serie de mejoras sobre la Avenida La Esperanza, con el fin de reemplazar los muros por una edificación con locales comerciales que mejorará en gran medida la calidad del espacio público. A esto se une la Plaza del Agua, un proyecto desarrollado por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá en el predio contiguo al Ágora.
En cuestión de pocos meses, cuando se inaugure el Ágora Bogotá, sabremos a ciencia cierta cuál será el verdadero impacto de esta enorme construcción que, al menos en el papel, promete cambiar de manera radical uno de los sectores más dinámicos de Bogotá y que, al ver las maquetas y los planos, nos invita a soñar, como a los de Radio Futura, que “el futuro ya está aquí”.