El 27/07 es historia

Por: Nicolás Samper C. / @udsnoexisten

Reinaldo Rueda anda de malas pulgas. Pero no como uno que anda así con el mundo a diario. No: Reinaldo Rueda anda de malas pulgas y en medio de todo son buenas pulgas si se piensa a largo plazo.

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No es nuevo esto de ver al director técnico de Nacional refunfuñando con vehemencia, pero también con respeto, por las actuaciones de su propio equipo. Él jamás individualiza culpas, que está bien –Mourinho, por poner un ejemplo, o Lavolpe, son más dados a señalar con el dedo sobre algún rendimiento individual deficiente–, porque el fútbol, a pesar de que muchas veces lo definen las individualidades, es un deporte de conjunto en el que, si falla una pieza, las otras diez deben esforzarse para poder refaccionar esa falla.

Y entendió Reinaldo que no hubo respuestas individuales y colectivas en el empate de los verdes contra Cortuluá en casa. Que apenas se vieron en desventaja se despertaron y empezaron a hacer todo lo que en el previo estaba planeado, es decir, salir a arrollar a un conjunto digno, pero en esencia inferior a ellos.

Fue buenísima la rueda de prensa de Rueda. No es la primera, insisto: ya son varias veces las que el DT se ha mostrado molesto por lo que se predica antes del pitazo inicial y lo que no se aplica en el desarrollo del encuentro. Pasó cuando Nacional estaba disputando la Copa Libertadores y mezclaba sus múltiples compromisos con diferentes nombres y nóminas y Rueda sentía que había elementos desubicados, no tácticamente; más bien mentalmente.

Hizo mucho énfasis en decir que el 27/07 era historia: la fecha en la que él y sus hombres consiguieron un logro inédito para cualquier club colombiano: levantar por segunda vez la Copa Libertadores de América, también, parafraseándolo un poco, comentó entre líneas que ese es un serio problema del futbolista colombiano: no poderse olvidar de las glorias pasadas y quedarse encerrado en un recuerdo vintage que no se refrenda en el presente. Y ese discurso, siempre atildado, pero con evidente mal humor, busca tocar a los futbolistas, a sus dirigidos, de una manera especial: si Nacional pudo obtener su segunda Libertadores fue a través de los buenos rendimientos locales. Así que hay que ponerse las pilas siempre, ya sea contra Tuluá o contra el que sea.

Reinaldo Rueda sabe que se viene un reto tremendo para él y sus hombres, y es la disputa del Mundial de Clubes. Lo quiere ganar, de eso no hay la menor duda. Pero para ganarlo, o para intentar ganarlo, hay que entender que siempre se debe aspirar a más. Incluso en el torneo colombiano, en el que los rivales suelen ser menores. De ahí el valor de su discurso y de reprender a su tropa en pos de lograr un objetivo inédito. Porque así como en Colombia hay que vencer a Tuluá para ser campeón, en el Mundial de Clubes también hay que derrotar a varios equipos raros y sin historia si se quiere pensar en, quién quita, enfrentar al Real Madrid.

*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.S.

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