Opinión

Lo que aprendimos de los CFDA: ¿estamos listos para televisar premios de moda?

@Nargumedo

Es habitual escuchar que hay condecoraciones o premios para destacar a aquellas personas que resaltan en áreas laborales específicas, especialmente en las áreas con medios artísticos/creativos como el cine y la música. Para los actores viene en forma de un Óscar; para los cantantes, como un Grammy, y para los diseñadores de moda, un CFDA.

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Durante la decimoquinta edición de los premios CFDA, que se llevaron a cabo el pasado lunes 6 de junio en Nueva York, varios diseñadores y figuras públicas se tomaron el Teatro Hammerstein para agradecer al público que los ha venido apoyando incesantemente. Este año hubo varios rumores de llevar los premios a una transmisión televisiva debido a la creciente permeabilidad de la industria en el público en general, sin embargo la idea fue rechazada porque los números solo demostraban que las personas que están fuera de la industria no están listas para digerir toda una velada que está pensada para un segmento sesgado de personas.
 
El CFDA –o Consejo de Diseñadores de Moda de América, en inglés– nació de la idea de una de las mujeres más influyentes en la moda, el arte y el gusto contemporáneo, Eleanor Lambert, en el año 1962. Eleanor tuvo la iniciativa de institucionalizar el diseño de modas en Estados Unidos, poniendo a la par la costura americana con su contraparte europea en tan solo once años después de esta famosa agremiación. Durante el paso de los años, el comité estuvo liderado por grandes figuras como Óscar de la Renta y Perry Ellis, y actualmente por Diane von Furstenberg, quien con su imparable trabajo les ha dado una nueva visión a la organización y a la industria hacia la inversión de estos mismos y la concientización de aspectos sociales como el testeo en animales y las iniciativas de salud en el modelaje. Con el continuo posicionamiento digital del CFDA, la idea de llevar estos premios a una audiencia más amplia parece tener mucho sentido si tenemos en cuenta que diseñadores como Olivier Rousteing, artistas como Kanye West y actrices como Diane Kruger debutan también como grandes influenciadores en la industria debido a que su poder de mover personas es tan fuerte como aquellos que se presentan en la alfombra roja de los Óscar. Aunque la democratización de la moda a través de las redes sociales es inminente, todavía hay una necesidad –innecesaria– por acaparar al público que ve la pantalla chica.

En el caso de Colombia, hay varias premiaciones para el reconocimiento de talentos locales. Desde los premios Cromos hasta los Infashion, que celebran el talento local pero que limitan su exposición a los que circundan la industria. Es una buena propuesta, pero ¿hay buena curaduría cuando no tenemos entidades preponderantes como el CFDA? De hecho, hay muy pocas entidades que regulan las diferentes ramas de la moda en Colombia, y que se refleja en el descontrol de las novedosas semanas de la moda en el país o en proclamar un segmento como resort o crucero, o incluso como alta costura. ¿Sería necesario entonces premios que celebren el talento local porque sí?

Aunque es importante educar a las personas sobre la existencia de este tipo de eventos, Colombia no está lista para televisar premios de moda. Celebrarlos sí, masificarlos no. Primero deberíamos contar con una entidad regulatoria que homogenice los criterios de selección y premiación, y después tendríamos que escoger los canales adecuados para hacerlos llegar a aquellos que verdaderamente los aprecien. Créanme que si ya son lo suficiente descuidados a la hora de juzgar una pasarela, la cual tiene una cantidad limitada de invitados, en televisión simplemente sería una avalancha de comentarios basados en la desinformación que la industria local no necesita.

 

*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.S.

 

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