Identificar una tendencia es un esfuerzo continuo de compilar observaciones del día a día. Es exactamente como un chisme bien contado, necesitas interés y curiosidad para obtener información de varias fuentes y llegar a una conclusión que la gente pueda creer y transmitir. Sin embargo, hoy en día todos estamos bien informados sobre la fluctuación de la moda, de estilos y tendencias; cada persona es capaz de curar su propio guardarropa e imagen de manera asertiva según sus rasgos sin necesidad de alguien que se lo sugiera. La era digital ha permitido esto. Estos nuevos influenciadores y blogueros se vuelven el nuevo blanco de los predictores de tendencia para establecer un orden dentro del caótico mundo de la moda.
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“Predecir tendencias es como la arqueología pero hacia el futuro”, menciona innumerables veces Li Edelkoort, una de las grandes predictoras en la industria. Se trata de escarbar entre la sociedad para obtener esos pequeños fragmentos de información que son capaces de conectarnos con las tendencias emergentes. La razón por la cual podemos definir una tendencia hacia el futuro es porque cada tendencia ha tenido un origen y raíz en el pasado. “Todo es un gran circuito creativo”, menciona Geraldine Wharry, predictora de tendencias para WGSN.
La sociedad moderna está llena de figuras como blogueros de moda, socialites, diseñadores entre otros, quienes se vuelven eco y referentes de estilo en la sociedad. Hay varios tipos de tendencia que se clasifican de acuerdo a su duración. Los blogueros de moda e influenciadores son los encargados de reportar o imponer tendencias efímeras en las calles o de las pasarelas con una duración de uno o dos años. Por otro lado, hay otras tendencias que se le atribuyen a la sociedad en general, la cual se mantiene dentro de nuestro lenguaje del vestir y que son constantes en el tiempo, como por ejemplo el uso del denim. Finalmente, están aquellas tendencias que son hitos en la industria –por ejemplo los textiles inteligentes–, realizadas por la fusión de la tecnología y el diseño, y cuya duración en el mercado es más amplia. Predecir la duración de las tendencias es clave para cualquier negocio y para tomar decisiones inteligentes en cuanto a diseño, manufactura y ventas.
WGSN es uno de los grandes titanes que se caracterizan por predecir tendencias en Colombia. “El comportamiento de una tendencia es rastreable una vez que esta se haya establecido en la sociedad”, menciona Ita María Diez, consultora de tendencias para WGSN Colombia. El problema de observar las tendencias en Colombia es que aquellas que son efímeras se vuelven constantes, estresando el ciclo. Por ende, aquellas compañías que confunden observar con predecir perpetúan tendencias locales sin permitir cabida a las nuevas. Compañías globales como WGSN apoyan a las empresas a tomar las decisiones adecuadas de acuerdo al panorama local y global con una fuente de datos e información que ha sido validada mediante cifras y stocks. “Es importante aterrizar las macrotendencias a cada universo de vestuario, traduciendo estas en forma de carta de color, estampados, materiales y siluetas”, explica Ita María.
A pesar de que la era digital nos ha permeado más y más de moda, la crisis económica global ha hecho que todavía las empresas y diseñadores no se arriesguen en sus propuestas y prefieran mantenerse dentro de territorio seguro. Es por eso que las casas de tendencias se convierten en herramientas –motivacionales, principalmente– para mantener el ciclo de la moda en flujo. Hoy en día, para poder predecir y entender las tendencias, hay que pensar como influenciadores y no como seguidores.
*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.S.