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X-Men Apocalipsis llega a las salas de cine para emocionar a los fans de la saga y para convencer a nuevos espectadores.
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Al igual que con otros títulos que han ocupado las pantallas este año, los X-Men son bien conocidos por millones de personas, que están atentas a lo que suceda con el Profesor X, Magneto, Wolverine y Mystique, y que exigirán, además de destacadas interpretaciones, emociones fuertes que aprovechen al máximo los recursos tecnológicos que son furor en las películas más taquilleras.
Cabe recordar que la exitosa franquicia de X-Men nació en 1963 de la mano del guionista Stan Lee y del dibujante Jack Kirby, en cómics que hoy son ya todo un clásico del universo Marvel y que tienen como argumento la convivencia de los humanos con los mutantes, una especie con grandes poderes y habilidades, tales como leer la mente, transformaciones físicas, miradas destructoras, etcétera.
Pero como sucede en la vida real, la diferencia no es bien recibida por la sociedad y la humanidad se debate entre el miedo y la necesidad que tienen hacia estos poderosos seres. Allí, Charles Xavier, también llamado Profesor X, busca adiestrar a un grupo de mutantes, pese a la rebelión de algunos, como Magneto, el principal antagonista. Este último personaje, que desempeña un papel fundamental en X-Men Apocalipsis, cuenta con un perfil psicológico bastante especial, que deja ver que la maldad tiene como base el sufrimiento, al ser un sobreviviente del Holocausto y perder a su familia, lo que permite la lucha eterna entre el bien y el mal que todos llevamos dentro (“para la muestra un botón”, pues si aún no se convence de la dualidad de algunas –personas–, en Colombia contamos con nuestro propio Magneto-senador, que aunque no lo crean, usa crocs y debe tener su corazoncito entre tanta barbaridad que dice y hace).
Ahora bien, esta entrega de la saga es el ‘Apocalipsis’, y así lo vieron la mayoría de críticos, que no ahorraron ‘palo’ para hablar de la película. Pero en mi profunda ignorancia, y con respecto a esta ‘peli’, creo que está de moda ser el ‘profe’ que ‘raja’ porque si me remito a las reacciones de los que asistieron al preestreno de X-Men Apocalipsis, y a mis propias impresiones, me encuentro con un filme sólido dentro del ámbito comercial que responde a lo que se esperaría de X-Men en cuanto a efectos, emociones y argumento. Sin embargo, está la posibilidad de que los que hayamos asistimos a la sala tengamos muy mal gusto, con lo que el mejor consejo es decir: “Fuera críticos. Yo armaré mi propio juicio”.
De cualquier manera hay algunos detalles, sin llegar a ser spoiler, que ayudan a ver la cinta con total apertura mental. Y es que dejémonos de etiquetas, la ficción comercial nos vende absurdos que dentro del contrato historia-espectador funcionan, pero que no todos están dispuestos a soportar. Sí, no tiene sentido los vestidos de los superhéroes, ¿moda superpoderosa?, a los malotes les importa poco salir en Infashion si al final van a acabar con el mundo, los ceñidos trajes de las ‘sexi-antagonistas’ solo cobran sentido si se piensa en que hay que lograr que el público masculino compre la boleta o el final cursi y romántico solo sirve para cumplir las expectativas de los más sentimentales (ajustémonos a los estereotipos de espectadores).
En cualquiera de los casos, en X-Men Apocalipsis la ficción gringa todavía convence a los que crecimos con series y películas de esa cultura (que nos reímos con los toques de humor que suavizan las superbatallas) y a los que vemos en los X-Men una historia buenísima para explotar en cómics, series, películas y libros.
*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.S.
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