Consejos de viaje

Camila Chain – @CamilaChain

Viajar siempre ha sido una aventura por muchas razones, especialmente porque es inevitable salir de nuestra zona de confort para adaptarnos en tiempo récord a otras costumbres, otros hábitos y otro ritmo de vida. Viajé de una ciudad a otra dentro de España y para eso tuve que coger un bus que pasaba exactamente a las 10:19 a.m., bajarme después de 45 minutos en la última parada, buscar una estación del tren que estaba a unas cuantas cuadras, comprar un tiquete en la taquilla, porque en las máquinas que existen para hacer la compra con tarjeta no reciben la mía por ser extranjera. Ese tren, que no es lo mismo que el metro, me llevaría a un punto en el que debía hacer transbordo hacia otro lugar de la ciudad, buscar la línea correspondiente hasta llegar al aeropuerto.

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Todo esto es resumido, porque si les hablo con nombres exactos, ustedes van a entender menos. Me bajé en una terminal, pero cuando llegué a la fila me informaron que desde ahí no salía esa aerolínea, así que tuve que subirme a un bus para llegar al sitio que era y como salen tantos aviones, hallar en un par de minutos la puerta indicada no es tarea fácil. Después de aterrizar, mi misión era ubicar la salida y coger un bus que me dejaría en la estación principal del metro, encontrar la línea azul y bajarme en la parada que está cerca de la casa de una amiga que me dio hospedaje. Para hacerlo bien, tuve que prever que perdería tiempo mientras preguntaba, analizaba cada movimiento, leía la señalización y entendía el ritmo en el que todo se mueve aquí.

Después de varias horas logré hacer todo el trayecto como estaba estipulado, pero nunca dejé de sentirme una extraña, novata, llena de nervios y ansiedad y es que solo experimentando es que logramos aprender y después repetir con más seguridad, así podemos compartir con otros y hacer que no cometan ningún error. Es divertido, aunque sería mucho más fácil quedarnos en casa y enfrentar el tráfico de todos los días, andar por las calles que ya
conocemos de memoria y luego regresar para sentirnos a salvo. Sin duda viajar nos alimenta el alma, nos permite conocer y sentirnos más ciudadanos del mundo. No hay un lugar igual a otro, todo nos sorprende, tenemos que estar preparados y siempre, siempre, hacer los traslados con tiempo, confiarnos demasiado podría hacer que perdamos un vuelo, un tren y hasta un día de nuestra agenda.

¡Feliz fin de semana!

*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.S.

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