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Eurocine para toda Colombia

Pensar en el cine europeo trae a la cabeza títulos como Todo sobre mi madre; Persépolis; Good bye, Lenin!; Los 400 golpes o El séptimo sello; a directores como Almodóvar, Godard, Ingmar Bergman, Truffaut, Fellini, Buñuel y a actores como la talentosísima Carmen Maura, quien ha deleitado al mundo entero con interpretaciones en cintas de la talla de ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, Mujeres al borde de un ataque de nervios, Volver, y La Vanité (del director Lionel Baier). Esta última película, de Suiza, es la razón para que la actriz española engalane la nueva versión de Eurocine, espacio que se consolida cada vez más como uno de los más importantes en materia de formación de públicos del séptimo arte.

Eurocine ya pasó por la adolescencia y poco a poco marca su camino hacia la madurez, en un proceso en el que se han facilitado los espacios de consumo de producciones cinematográficas distintas a las dominantes. Y es que no hay nada más enriquecedor que la diversidad en los discursos, un tema que se complica con una taquilla en la que Batman vs. Supermán acumula más de 1.700.000 espectadores en el país, seguida por Kung Fu Panda y Zootopia, cifras que demuestran el oligopolio de Hollywood en el lenguaje audiovisual, que evita que cintas como la más reciente ganadora del Óscar a mejor película extranjera, El hijo de Saúl, goce de la venia de los espectadores.

Hace poco alguien me preguntó por la importancia de ser “conocedor de cine”, como si se tratara de una etiqueta que se adquiere por una razón distinta a la experiencia y que además es necesaria para poder hablar de una película con “autoridad”. Aunque la sociedad funcione bajo esos códigos en los que se valoran las opiniones de “expertos” con respecto a una obra de cualquier arte, en este caso el cine, debo insistir en la subjetividad de la relación espectador-película, la cual es ajena a ideas de –bueno– o –malo– externas y se basa más en el gusto que se construye y se afina con el creciente consumo de más productos audiovisuales. En ese sentido, con Eurocine lo importante no está en que se trate de un mejor cine, sino en que es un cine alternativo, que no es dominante y que, de llegar a más personas, podrá ser de ayuda en sus procesos individuales de construcción del gusto.

Hasta el 11 de mayo este festival se toma el país, y la invitación está en exceder la dosis personal de cine, embeberse de producciones de países de los que se tiene poco acceso a su cultura y decidir, bajo el criterio personal, qué estuvo bueno y qué no en la oferta de esta versión. En Bogotá va desde el 6 al 17 de abril, para luego ir a Medellín (desde el 21 de abril), Cali (del 28 de abril al 3 de mayo) y Barranquilla (del 5 al 11 de mayo).

Dale play:

El afiche oficial del Eurocine 2016 fue diseñado por Fernando Caicedo e involucra a la música como uno de los elementos fundamentales en cualquier producción cinematográfica. En la imagen se puede ver a un músico que está con su instrumento y se entrega a él, estimulando así todos los sentidos. Además, la frase “dale play” en un momento en el que la música y el cine se consumen desde cualquier dispositivo, deja ver que las formas de apreciar los productos audiovisuales no solo se limitan a una sala de cine, sino que pueden llegar a celulares, tablets y otros dispositivos móviles.

*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.S.

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